Meloni debe sortear viejos rituales antes de ser PM italiana

Es casi seguro que la política de extrema derecha Giorgia Meloni será nombrada primera ministra de Italia tras su contundente victoria electoral del mes pasado

R. Frances Demilio
Viernes, 14 de octubre de 2022 12:57 EDT

El hecho de que el gobierno de Italia parezca una puerta giratoria podría dar la impresión de que la formación de una coalición de gobierno es algo rápido. El proceso, sin embargo, sigue un viejo ritual que puede tomar semanas, si no meses.

El jueves, en que asumió una nueva legislatura, arrancó formalmente la tarea de formar un gobierno.

Georgia Meloni, quien se apuntó una sólida victoria en las elecciones del 25 de septiembre, tiene buenas posibilidades de ser la primera figura de extrema derecha que encabeza un gobierno desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y la primera mujer primera ministra. Antes, sin embargo, hay que sortear una serie de rituales.

UN NUEVO PARLAMENTO

Los gobiernos italianos requieren el apoyo del Parlamento. Antes de que se forme una coalición de gobierno, los nuevos legisladores deben asumir sus bancas, en un plazo de no más de 20 días después de una elección. El jueves tuvieron su primera sesión, con los nuevos legisladores, las dos cámaras del Parlamento.

Esta vez habrá menos parlamentarios. Una reciente reforma para agilizar los trabajos y contener los gastos redujo las bancas de 315 a 200 en el Senado y de 630 a 400 en la Cámara de Diputados. Ignazio La Russa, del partido de extrema derecha de Meloni, Hermanos de Italia, fue elegido presidente del Senado el jueves. Por su parte Lorenzo Fontana, de la Liga, aliada de Meloni, fue nombrado presidente de la Cámara de Diputados el viernes.

LAS NEGOCIACIONES

Una vez concluidas las elecciones parlamentarias, el presidente de Italia, en su calidad de jefe de estado, debe encomendar a alguien que trate de armar una coalición de gobierno.

La clara ganadora de las elecciones del mes pasado fue Meloni, quien con el aporte de La Liga, de Matteo Salvini, y Forza Italia, de Silvio Berlusconi, debería contar con una cómoda mayoría en el Parlamento.

Pero antes de que el presidente Sergio Mattarella le encomienda a Meloni la formación de una coalición viable, debe realizar una ronda de consultas con los líderes de todos los partidos, según la tradición, aunque eso no es obligatorio. Esas conversaciones pueden tomar dos o tres días.

“CON DUDAS”

Salvo sorpresas, el Palacio del Quirinal anunciará que Meloni aceptó el encargo “con dudas”. Ello, sin embargo, no quiere decir que tenga duda alguna. Es una simple formalidad.

A PUERTAS CERRADAS

Después de ser seleccionada, Meloni y sus aliados analizarán cómo repartirse los ministerios. Ahí es cuando se complican las cosas, ya que cada partido presionará para quedarse con los puestos más codiciados.

Dado que el partido de Meloni sacó más votos que los de Salvini y Berlusconi juntos, sus socios de coalición no tendrán mucho espacio de maniobra.

Las tensiones salieron a la luz el jueves durante la selección del presidente del Senado. La mayoría de los senadores de Forza Italia no votaron, privando a La Russa, el candidado de Meloni, de una victoria más amplia. Esa votación pareció evidenciar una falta de cohesión en la nueva coalición de gobierno.

¿HABRÁ VETOS?

Cuando Meloni sienta que tiene un gabinete que Mattarella puede aprobar, debe presentarle la lista al presidente.

Tras las elecciones del 2018, Mattarella vetó al ministro de finanzas, un economista que no creía en la Unión Europea. El veto irritó a los líderes populistas de la coalición, pero obligó a buscar otro ministro más aceptable al presidente.

EL ANUNCIO

Cuando el gabinete se aprobado, el secretario general del Quirinal saldrá acompañado por un par de coraceros del Regimiento de Carabinieros y anunciará que Meloni “ha resuelto sus dudas”. Es una forma arcaica de decir que formó un gobierno. Generalmente, el nuevo jefe del gobierno hace unos breves comentarios y lee la lista de los miembros de su gabinete.

LA JURAMENTACIÓN

El proceso regresa al Palacio del Quirinal, casi siempre al día siguiente, para la juramentación del nuevo gobierno.

ENTREGA DE LA CAMPANILLA

Luego de la juramentación, el o la nueva primera ministra se dirige al Palacio Chigi, donde está su oficina, para hacerse tomar una foto oficial. El primer ministro saliente le entrega allí la campanilla usada para abrir las sesiones del gabinete.

Habitualmente todos sonríen. Aunque en el 2014, el primer ministro saliente Enrico Letta se negó a hacerlo y ni siquiera miró a Matteo Renzi, un correligionario que le había sacado el puesto mediante maniobras internas.

PODERES PLENOS

La constitución italiana requiere que un gobierno nuevo se someta a un voto de confianza en las dos cámaras parlamentarias en no más de diez días después de la formación del gabinete. Solo cuando se completa ese paso el nuevo gobierno puede asumir todos sus poderes.

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