La economía global perderá velocidad el año que viene por inflación, tasas y guerra, según la OCDE

Paul Wiseman
Miércoles, 29 de noviembre de 2023 05:46 EST
OCDE-PREVISIÓN
OCDE-PREVISIÓN (AP)

Se espera que la economía global, que ha mostrado una resiliencia inesperada este año, flaquee en 2024 lastrada por las guerras, una inflación aún alta y tasas de interés que se mantienen elevadas.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, con sede en París, estimó el miércoles que el crecimiento económico se desacelerará al 2,7% en 2024, en comparación con el 2,9% que se espera para este año. Eso lo convertiría en el año natural con menos crecimiento desde 2020, el año de la pandemia.

Un factor clave es que la OCDE espera que las dos mayores economías del mundo, Estados Unidos y China, se desaceleren el año que viene. La previsión para Estados Unidos es de un crecimiento de apenas el 1,5% en 2024, en comparación con el 2,4% de 2023, ya que las alzas de la tasa de interés de la Reserva Federal —11 incrementos desde marzo de 2022— siguen restringiendo el crecimiento.

La tasas más altas fijadas por la Fed han encarecido el endeudamiento para los consumidores y los negocios y, en el proceso, han ayudado a frenar la inflación desde su pico de cuatro décadas en 2022. La OCDE calcula que la inflación caerá en Estados Unidos del 3,9% de este año a un 2,8% en 2024 y el 2,2% en 2025, algo por encima del 2% objetivo de la Fed.

Por su parte, la economía china, golpeada por una destructiva crisis de bienes raíces, un desempleo creciente y la pérdida de impulso de las exportaciones, crecería un 4,7%, por debajo del 5,2% de este año. “Probablemente el crecimiento de consumo (de China) siga siendo limitado debido a los crecientes ahorros preventivos, perspectivas más sombrías para la creación de empleo y una incertidumbre agravada”, señaló la OCDE.

Otro factor que podría contribuir a una desaceleración global son los 20 países que utilizan el euro. La eurozona ha sufrido por el incremento de las tasas de interés y el pico en los precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania. La OCDE espera que el crecimiento colectivo de la eurozona sea del 0,9% el año que viene, una cifra débil pero mejor que el 0,6% de 2023.

La economía global ha sufrido un revés tras otro desde principios de 2020: la erupción del COVID-19, un repunte de la inflación tras una recuperación inesperadamente fuerte de la pandemia, la guerra de Rusia contra Ucrania y dolorosas tasas de interés conforme los bancos centrales intervenían con agresividad para frenar la aceleración de los precios de consumo.

Pero pese a todo, la expansión económica ha resultado ser inesperadamente persistente. La OCDE había previsto hace un año un crecimiento global del 2,2% para 2023. Esa previsión resultó ser demasiado pesimista, pero la organización advierte ahora que el alivio podría llegar a su fin.

“El crecimiento ha sido más fuerte de lo esperado en 2023 por ahora”, señaló la OCDE en su reporte de 221 páginas, “pero ahora se está moderando conforme el impacto de las condiciones financieras, el débil crecimiento del comercio y una confianza menor de negocios y consumidores se hace notar cada vez más”.

La OCDE advirtió además que la economía global enfrenta nuevos riesgos derivados de tensiones geopolíticas adicionales ante la guerra entre Israel y Hamás, “especialmente si el conflicto se extendiera”.

“Eso podría suponer disrupciones significativas para los mercados de energía e importantes rutas comerciales”, señaló la organización.

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