Adolescente tunecino sorprende con un oro en la piscina
El tunecino Ahmed Hafnaoui, de 18 años, vence en los 400 libres de los Juegos de Tokio tras superar a nadadores más rápidos y veteranos
Nadie prestaba atención a Ahmed Hafnaoui en la calle ocho de la piscina olímpica.
Pero al final de la carrera, todos los ojos estaban puestos en él.
Hafnaoui se proclamó campeón de los 400 metros libres en los Juegos de Tokio el domingo, superando a nadadores más rápidos y veteranos. El tunecino de 18 años paró el reloj en 3 minutos y 43,26 segundos, celebrando su victoria con unos gritos que resonaron en una arena prácticamente vacía.
“Creo que cuando toqué el muro y me vi primero (...) me sorprendí mucho", dijo.
El australiano Jack McLoughlin ganó la plata y el estadounidense Kieran Smith, el bronce. Tras las ocho vueltas de la carrera, la diferencia entre los tres fue de menos de un segundo.
“Cuando entré al agua, solo estaba pensando en la medalla, no en el tiempo", añadió Hafnaoui.
Se clasificó a la final por 14 centésimas de segundo, lo que le dejó en una de las calles exteriores. Los más rápidos en las eliminatorias nadaban por el centro, por lo que no pudieron controlar a Hafnaoui durante la carrera.
Cuando le preguntaron lo que sabía acerca de Hafnaoui, Smith dijo: “Absolutamente nada".
Hafnaoui se aseguró de pasar al recuerdo con una actuación que mejoró su currículo considerablemente.
Junto a Ous Mellouli, son los únicos tunecinos en ganar un oro en la piscina. Mellouli se impuso en los 1.500 libres en los Juegos de Beijing 2008, una de sus tres medallas olímpicas. Antes de la carrera, envió un mensaje de buena suerte al joven.
“Me gustaría ser como él algún día", señaló Hafnaoui.
El adolescente entrena en la capital, Túnez y es apenas el cuarto medallista olímpico de la nación norteafricana. Es el segundo africano más joven en colgarse un oro por detrás de la sudafricana Joan Harrison, que tenía 16 cuando ganó los 100 metros espalda en Helsinki 1952.
Estar en lo alto del podio, con su entrenador moviendo furiosamente los brazos en la grada en señal de victoria, fue muy emocionante para Hafnaoui.
“Estaba llorando porque ver la bandera de mi país y escuchar el himno de fondo fue genial", dijo. “Estoy muy orgulloso. Se lo dedico a todo el pueblo tunecino”.
Hafnaoui comenzó a nadar a los 6 años cuando su padre lo inscribió en un club de natación. Su limitada experiencia internacional incluye un octavo puesto en los 400 libres en los Jugos Olímpicos de la Juventud de 2018.
Hafnaoui, quien el año que viene tiene previsto asistir a la universidad en Estados Unidos tiene otra oportunidad de sorprender el jueves en los 800 metros libres.