Ante escasez de oferta, Ford ingresa al negocio de chips
Ford Motor Co. entabla negociaciones con un fabricante de chips de computadora para aumentar sus suministros de semiconductores y evitar que se repitan los cierres de las fábricas causados por la escasez de estos componentes
Ford Motor Co. sostiene negociaciones con un fabricante de chips de computadora para aumentar sus suministros de semiconductores y evitar que se repitan los cierres de sus fábricas de este año causados por la escasez de estos componentes.
Se dieron a conocer pocos detalles del acuerdo no vinculante con GlobalFoundaries Inc., pero el trato pretende impulsar el suministro con el desarrollo conjunto de chips de grado automotriz. Y podría dar lugar a la manufactura conjunta para apoyar a la industria automovilística, señalaron el jueves las compañías en un comunicado.
Ford se ha visto particularmente afectado por la escasez global de chips que ha afectado a casi todos los fabricantes de automóviles. Al igual que otras compañías, Ford ha tenido que cerrar temporalmente sus plantas e incluso ha fabricado vehículos sin algunas computadoras, para instalarlas posteriormente.
Las ventas de la compañía en Estados Unidos cayeron un 27% entre julio y septiembre, y perdió 2,4 puntos porcentuales de cuota de mercado, en gran medida porque no pudo producir suficientes vehículos para satisfacer la demanda de los consumidores.
“Este acuerdo es tan sólo el principio, y una parte fundamental de nuestro plan de integración vertical de tecnologías y capacidades clave”, señaló el director general Jim Farley, quien está impulsando a Ford a desarrollar más su cadena de suministro para garantizar que las piezas sigan fluyendo.
La portavoz Jennifer Flake dijo que las compañías están en la fase de “memorando de entendimiento” de su relación, pero quieren trabajar juntas para diseñar chips y posiblemente aprovechar su experiencia en la fabricación.
La escasez de chips se remonta a principios de 2020, cuando los fabricantes de automóviles de todo el mundo se vieron obligados a cerrar sus fábricas para frenar la propagación del coronavirus. Las fábricas volvieron a funcionar antes de lo previsto con medidas de seguridad, pero para entonces, muchos fabricantes de chips habían trasladado la producción a la electrónica de consumo, que tenía gran demanda.