Atlantic City decidida a combatir la crecida del mar

Atlantic City, un centro turístico famoso por sus casinos y sus paseos marítimos, se encuentra en una isla proclive a las inundaciones

Ted Saffrey
Miércoles, 12 de octubre de 2022 15:20 EDT

En algunas ciudades del mundo vulnerables a las inundaciones la vida se aleja de la costa. Esa, sin embargo, no es una opción que considere Atlantic City,

Esta ciudad turística se encuentra en una isla a la que alguna vez se podía llegar solo en embarcaciones y que ahora está comunicada con tierra firme por una carretera sobre el agua. Tiene agua a ambos lados y se encuentra apenas por encima del nivel del mar.

“Queremos mucho a nuestros residentes”, dijo Barbara Woolley-Dillon, ex directora de planificación y desarrollo de la municipalidad. “Tenemos una de las poblaciones más diversas, una comunidad pujante, y queremos hacer todo lo posible para mantenerla intacta”.

No hay muchos sitios a los que se puedan ir sus 38.500 residentes, un tercio de los cuales son de raza negra. El turismo genera miles de millones de dólares por año, lo que constituye otro incentivo para dejar las cosas como están mientras sea posible.

“Atlantic City es un motor económico de 7.000 millones de dólares” que beneficia a todo el sur del estado de Nueva Jersey y que debe ser conservado, declaró Jim Rutala, contratista de planificación de Atlantic City.

Las inundaciones, sin embargo, son cada vez más frecuentes y más profundas. En 1910 se instaló un mareógrafo para medir el nivel de las aguas al final del Parque de Diversiones Steel Pier. El instrumento indica que las aguas subieron casi medio metro (un pie y medio) desde entonces, más del doble del promedio mundial.

Las autoridades municipales no planean aceptar ofrecimientos del estado de comprar y demoler viviendas en zonas proclives a inundarse, de acuerdo con Rutala.

De hecho, están invirtiendo 100 millones de dólares para “fortificar y blindar” la ciudad, instalando muros marinos, estaciones de bombeo y mamparas para contener la crecida del mar, indicó Rutala.

Fuera de la vista de la mayoría de los turistas, una nueva estación de bombeo en el Fisherman’s Park devuelve el agua a la bahía. Es común escuchar el trabajo de obreros que construyen estructuras con ingresos elevados, respetando estrictos códigos sobre la altura de los edificios.

Otras ciudades de Nueva Jersey han tomado distintos caminos para combatir las inundaciones. En Woodbridge, unos 160 kilómetros (100 millas) al norte de Atlantic City, han estado comprando y demoliendo más de 150 casas en terrenos vulnerables.

En Atlantic City, turistas y residentes caminan por calles cuyos nombres inspiraron el juego Monopolio, como Baltic Avenue y Park Place. Los casinos atraen gente que sueña con ganar dinero en las mesas de póker o en máquinas tragamonedas. Hay asimismo grandes playas y paseos marítimos con parques de diversiones.

Veintisiete millones de personas visitan este centro turístico todos los años. A algunos, la ciudad les permite escaparse de sus rutinas diarias. Para otros, es una oportunidad de hacer una vida sencilla junto al mar.

A la mayoría les resulta imposible contemplar un futuro sin su ciudad.

“Esta parte de Atlantic City es muy unida, un barrio muy lindo”, dijo Abby Moul, maestra de escuela primaria de 47 años, mientras jugaba con su perro en el norte de la isla. “No es un destino frecuente y queremos que así sea”.

Es previsible que el nivel del agua suba de 30 centímetros a un metro (de uno a tres pies) de aquí al 2070, según Robert Kopp, experto climático de la Universidad de Rutgers.

La tierra, por otro lado, se está hundiendo, en lo que los científicos describen como el efecto del “sube y baja” generado por el derretimiento de glaciares mucho más al norte.

No está claro si las nuevas fortificaciones que se planean alcanzarán para contener la crecida del mar.

Atlantic City es una de las partes más pobres y más densamente pobladas de la costa de Nueva Jersey. En las escuelas se hablan más de dos docenas de idiomas.

Muchos residentes trabajan en los nueve casinos de la ciudad, cocinando, limpiando habitaciones y haciendo otras tareas.

Puede costar 150.000 dólares en las partes más viejas y pobladas de la ciudad elevar una casa de 80.000 dólares para evitar las complicaciones de las inundaciones, que a veces son producto del oleaje, otras de obstrucciones en el sistema de drenaje. Esa es una cifra fuera del alcance de muchos.

Una tarde reciente, Zakiy Abdullah, un operador de montacargas de 45 años que vive desde niño en Atlantic City, trató de convencer a su hija de tres años Jamaarah Wells de que no saliese con su bicicleta por las calles inundadas.

“Las inundaciones son un problema constante”, dijo Abdullah. “Como pueden ver, el agua no se evapora fácimente”.

Kimbely McKenna, del Centro de Investigaciones Costeras de la Universidad de Stockton, dice que la mayoría de las inundaciones afectan el sector de la ciudad que está frente a tierra firme, llamada la “bahía trasera”. Allí vive mucha gente pobre.

Los residentes a menudo dejan sus autos en partes altas de la ciudad cuando hay marea alta o luna llena.

“Hoy las inundaciones son una incomodidad, en el futuro serán algo constante”, dijo McKenna. “La gente no va a correr sus autos. Van a mudarse”.

Las autoridades de las localidades costeras como Atlantic City deberán decidir si se van alejando lentamente de la costa o esperan y se van cuando la situación se haga insostenible.

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La cobertura climática de la Associated Press recibe apoyo de varias fundaciones privadas. La AP es la única responsable del contenido.

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