Bailarines ucranianos y rusos encuentran ayuda en Berlín
Bailarines que huyeron de Ucrania y Rusia debido a la guerra encuentran un nuevo hogar temporal en la principal compañía de ballet de Berlín, que los ayuda con espacio para practicar, vivienda y zapatillas
Bailarines que huyeron de Ucrania y Rusia debido a la guerra encontraron un nuevo hogar temporal en la principal compañía de ballet de Berlín, que los ayuda con espacio para practicar, vivienda y zapatillas.
Alrededor de 200 bailarines en total, incluidos muchos que consideran huir a Alemania, han solicitado asistencia al famoso Ballet Estatal en la capital.
Christiane Theobald, directora artística interina de la compañía, dijo el miércoles que es crucial que esos refugiados mantengan su práctica regular, aun cuando no tengan presentaciones públicas en este momento.
“Lo importante es que se pueda completar el entrenamiento diario, porque el entrenamiento es como cepillarse los dientes”, dijo a The Associated Press. “Y la tragedia es que, si tienes fases en las que no puedes hacer eso en absoluto, entonces nunca podrás compensarlo”.
Al mismo tiempo, Theobald dijo que ha estado contactando a otros directores de compañías en toda Europa para ver si puede ayudar a encontrar nuevos trabajos para los bailarines desarraigados.
“Lo que necesitamos ahora, por supuesto, son puestos en compañias, y los que vendrán... son principalmente bailarines de formación altamente clásica”, dijo Theobald.
Si bien hay alrededor de 70 compañías de ballet en Alemania, no todos se centran exclusivamente en la danza clásica, como la mayoría de las compañías en Europa del Este; a menudo también practican la danza moderna. Así que será necesario que los nuevos bailarines se adapten, estudien y se acostumbren a los diferentes estilos.
El miércoles por la mañana, más de 30 bailarines practicaban sus movimientos en una sala de ejercicios en Berlín, entre ellos ocho refugiados, dos de ellos brasileños que habían huido de Rusia recientemente.
Muchos llegan a Berlín sin nada y ahora reciben mucha ayuda práctica del grupo de Berlín, desde zapatillas hasta alojamiento.
“Hay que entender que son personas que han dejado todo atrás, tienen muy poco consigo, comenzando con las zapatillas de punta”, dijo Theobald.
Debido a que la situación es tan dinámica, con la llegada de muchos bailarines a Berlín y el rápido traslado de algunos a otros destinos, la compañía dijo que era difícil decir exactamente cuántos ya habían recibido ayuda.
Entre los que escapan de Ucrania hay personas de todo el mundo que solían bailar allí en compañías de ballet. Los de Rusia ya no quieren estar expuestos al régimen cada vez más opresivo del presidente Vladimir Putin.
La bailarina principal del Ballet Estatal, Iana Salenko, que es de Ucrania pero llegó a Alemania en 2005, también ha estado ayudando a los recién llegados. A través de su red personal, ha tratado de conseguirles audiciones en compañías de ballet de toda Europa, pero también les ha mostrado oportunidades en otros campos de empleo como la ópera.
“Por supuesto, no soy la única, muchos otros directores en Europa están tratando de ayudar a este grupo”, dijo la bailarina de 38 años.
Más de 3,5 millones de personas han inundado Europa escapando de la guerra, y en casi todos lados han sido recibidos con gran ayuda y solidaridad.
Alemania ha registrado casi 240.000 refugiados ucranianos, aunque se espera que las cifras reales sean mucho más altas ya que no necesitan visado para entrar en el país y la policía federal solo lleva registros de los refugiados que llegan en tren o autobús. Aquellos que ingresan desde Polonia en automóvil generalmente no están registrados.
Salenko también ha expresado la preocupación de los refugiados por sus familias en la guerra. Mientras ella y su madre están a salvo en Berlín, se preocupa por su padre y sus hermanos en Ucrania y habla con ellos a diario, al igual que los bailarines que huyeron recientemente a Berlín.
Theobald dijo que aunque había bailarines de muchas naciones diferentes practicando juntos en Berlín, incluidos ucranianos y rusos, no hubo tensiones dentro del conjunto como resultado de la guerra.
Salenko también enfatizó que la guerra no logró dividir a los bailarines, sino que los unió mientras intentaban maniobrar la terrible situación.
“Creo que esta situación nos ha hecho acercarnos más”, expresó.
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Kirsten Grieshaber, en Berlín, contribuyó a este despacho.