Baja participación en la victoria electoral de Raisi en Irán
El ortodoxo jefe de la judicatura iraní ganó por una gran mayoría en las elecciones presidenciales del país
El ortodoxo jefe de la judicatura iraní ganó por una gran mayoría en las elecciones presidenciales del país. La votación, que impulsó al protegido del líder supremo del país al cargo civil más importante en Teherán registró la menor participación de la historia de la república islámica.
La victoria de Ebrahim Raisi, que ya está sancionado por Estados Unidos debido en parte a su participación en la ejecución masiva de miles de presos políticos en 1988, fue más bien una confirmación del resultado esperado después de que sus rivales más fuertes fueran descalificados de los comicios del sábado.
Eso provocó llamadas a un boicot, y parecía que en efecto mucha gente se había quedado en casa. De los 59 millones de posibles votantes, apenas 28,9 acudieron a las urnas. De ellos, unos 3,7 millones votaron nulo de forma deliberada o accidental, mucho más que en elecciones previas y que sugería un rechazo de algunos ciudadanos a los cuatro candidatos admitidos.
La televisora iraní atribuyó de inmediato la baja participación a la pandemia del coronavirus y a las sanciones estadounidenses. Pero las cifras de participación y el número de votos nulos apuntaban a una insatisfacción más general con las elecciones, sujetas a un estricto control de las autoridades. Varios activistas criticaron el ascenso de Raisi al poder.
“Que Ebrahim Raisi haya ascendido a la presidencia en lugar de ser investigado por los crímenes contra la humanidad de asesinato, desaparición forzosa y tortura es un sombrío recordatorio de que la impunidad manda en Irán”, dijo la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnes Callamard.
Según los resultados oficiales, Raisi recibió 17,9 millones de votos en total, casi un 62% de las 28,9 boletas. Si las boletas nulas hubieran ido a un mismo candidato, esa persona habría quedado segunda. El segundo candidato más votado fue el conservador Mohsen Rezaei, excomandante de la Guardia Revolucionaria, con 3,4 millones de votos.
El exgobernador del Banco Central Abdolnasser Hemmati, un moderado considerado como sucesor del presidente saliente, Hasán Ruhani, quedó tercero con 2,4 millones de votos. Amirhossein Ghazizadeh Hashemi fue último con poco menos de un millón de votos.
Ruhani, que en 2017 menospreció a Raisi como rival en su campaña de reelección y lo describió como alguien que sólo sabía de “ejecuciones y encarcelar” a gente, se reunió el sábado con el clérigo y le felicitó por su victoria.
Desde la Revolución Islámica de 1979 que derrocó al sha, la teocracia iraní ha señalado a la participación electoral como base de su legitimidad, empezando por su primer referendo, que tuvo un apoyo del 98,2% y simplemente preguntaba a la gente si quería una república islámica.
___
Los periodistas de Associated Press Albert Aji en Damasco, Siria, e Isabel DeBre en Dubái Emiratos Árabes Unidos, contribuyeron a este despacho.