Ballet Nacional de Cuba regresa con la audacia de Beethoven
Tras meses de obligado encierro por la pandemia y el golpe que significó la muerte de su fundadora, Alicia Alonso, el afamado Ballet Nacional de Cuba (BNC) vuelve ahora a los escenarios con una coreografía del alemán Uwe Scholz sobre la Séptima Sinfonía de Beethoven, una apuesta audaz con la cual la compañía busca retomar un camino que combine repertorios renovados con sus obras clásicas
Después de un largo cierre obligado por la pandemia y el golpe que significó la muerte de su fundadora, Alicia Alonso, el Ballet Nacional de Cuba (BNC) vuelve a los escenarios con una coreografía del alemán Uwe Scholz sobre la Séptima Sinfonía de Beethoven, una apuesta audaz con la cual la afamada compañía busca retomar un camino que combine repertorios renovados con sus obras clásicas.
“Fueron dos años de tener el cuerpo parado... Fue duro estar en la casa, nosotros que nos pasamos el día entero en el salón”, dijo el jueves a la AP el primer bailarín Adrián Sánchez, una de las jóvenes promesas de BNC, minutos antes de comenzar el ensayo del espectáculo que se estrenará la semana próxima. “Es una satisfacción grandísima volver a sentir los aplausos del público”.
Con los músculos en máxima tensión, el cuerpo erguido, las piernas perfectamente estiradas y una impecable seguridad técnica, Sánchez, de 24 años, trabajó junto a su compañera Claudia García en lo que será la puesta de la Séptima Sinfónía de Ludwig van Beethoven bajo la atenta mirada de la maestra española Roser Muñoz, quien fue discípula de Scholz en el Ballet de Leipzing en Alemania
Uno de los ensayos este jueves en la sede del BNC, al cual AP tuvo acceso, contó con unos 60 bailarines que se convirtieron en una suerte de orquesta viviente, pues cada nota de la pieza musical lleva un pasó, una elongación o un movimiento. Entre las figuras estelares convocadas sobresalen Dani Hernández, Anette Delgado y Chanell Cabrera.
Las funciones serán el 16, 18 y 19 de diciembre e incluirán dos piezas más antes del plato fuerte beethoveniano: “Love Fears Loos”, con música de Edith Piaf y coreografía de Ricardo Amarante, e “Invierno” de Piotr Ilich Chaikovski.
“Esta compañía es perfecta para este ballet”, comentó Muñoz, que desde hace dos semanas trabaja con los jóvenes del BNC en la puesta de la Séptima Sinfonía y para quien es asombroso ver a “bailarines educados en la escuela cubana, de una forma clásica, que son capaces de con esa técnica de desarrollarse en otro estilo como es el de Uwe Scholz, donde se requiere de una musicalidad específica”.
Nacido en Alemania en 1958, Scholz falleció en 2004 dejando atrás más de 100 piezas dancísticas, algunas a partir de sus compositores favoritos como Mozart, Wagner y Stravinsky. Las grandes compañías se disputaron su trabajo: Milán Viena, Estocolmo, Nueva York Moscú
“Aquí nos encontramos con una compañía que puede aportar esa frescura, esa juventud, esas ganas de pisar el escenario y mostrar su técnica”, dijo Muñoz, quien también fue bailarina y cercana colaboradora de Scholz.
El BNC se forjó un nombre propio gracias a la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, quien se empeñó en lograr que una isla en medio del Caribe ganara fama mundial en el arte de la danza, nutriéndose de un sistema de educación artística pública y masiva fomentada desde el Estado. Los jóvenes suelen ser atraídos a esta disciplina desde la escuela primaria e incluso se logró una cantera de varones, a contrapelo de un estigma social en otras naciones.
Alonso, con fama de exigente, admirada y criticada por colegas y especialistas de la danza en todo el mundo, falleció en octubre de 2019 y la dirección del BNC recayó sobre Viengsay Valdés, formada por la propia compañía y eximia bailarina.
Valdés debió llevar sobre sus hombros la sucesión de una leyenda y hacer frente a la pandemia de COVID-19 que paralizó cualquier plan de la compañía.
“Realmente necesitábamos esta expectativa, la de volver a los escenarios, sentirnos útiles”, dijo Valdés a la AP mientras supervisaba el ensayo junto a Muñoz. “Esos bailarines vuelven con fuerza... eso se está reflejando hoy en estos salones, pero va a verse también en la escena”.
La idea de Valdés es retomar su gestión en el BNC respetando el legado de Alonso, pero también aportando “aires nuevos al repertorio” que lo actualice y lo vuelva más versátil, como lo demuestra esta elección de la Séptima Sinfonía.
“Tengo mucho por hacer y me estoy dedicando en cuerpo y alma”, dijo.
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Andrea Rodríguez está en Twitter como www.twitter.com/ARodriguezAP.