Brasil: Mineros ilegales se dispersan en el Amazonas

Cientos de barcazas de mineros ilegales que dragan en busca de oro navegan a lo largo del río Madeira en la Amazonía brasileña, y los investigadores indican que representan un riesgo de contaminación _ en parte por su uso de mercurio tóxico _ para el medio ambiente en general

AP Noticias
Viernes, 26 de noviembre de 2021 19:09 EST
BRASIL-AMAZONIA-MINERÍA CLANDESTINA
BRASIL-AMAZONIA-MINERÍA CLANDESTINA (AP)

Cientos de barcazas de mineros ilegales que dragaban en busca de oro navegaban el viernes a lo largo del río Madeira en la Amazonía brasileña, y los investigadores dijeron que representan un riesgo de contaminación — en parte por su uso de mercurio tóxico — para el medio ambiente en general.

Las primeras barcazas fueron detectadas esta semana en el municipio de Autazes, a unos 120 kilómetros (70 millas) de Manaos, la capital del estado de Amazonas

Es común ver grupos más pequeños de barcazas en los ríos de la región, pero el más reciente atrajo atención internacional esta semana cuando Greenpeace y la prensa publicaron imágenes de varias hileras de balsas.

El vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão, anunció una inminente operación policial en la zona, ante lo cual los mineros se dirigieron a otra parte del río el viernes en la mañana.

El minero Thiago Bitencourt Gomes, vestido con sólo unos pantaloncillos y chanclas, le dijo el viernes a The Associated Press que unas 400 barcazas — aproximadamente 3.000 personas — se reunieron en la zona luego de que un minero encontrara oro y le avisara a los demás.

“Aquí todos se conocen. Todos somos amigos, todos estamos relacionados”, dijo el hombre de 28 años de edad cuyo padre, tíos, tías y primos también formaban parte del contingente.

Las balsas con paredes de madera, algunas equipadas con internet satelital y unidades de aire acondicionado, estaban atadas entre ellas, formando hileras de casas en el ancho y lodoso río Madeira, un gran afluente que desemboca en el vasto Amazonas, río abajo desde Manaos. Los mineros, llamados garimpeiros, y sus familias viven, comen y trabajan en las barcazas, algunos acompañados de sus perros y otras mascotas.

“Sabemos que según la ley, somos ilegales. Pero todos necesitamos proveer a nuestras familias”, dijo Gomes, y agregó que los mineros les han pedido reiteradamente a los políticos que legalicen su actividad, pero ha sido en vano.

Otro garimpeiro dijo que una barcaza reunió unos 60 gramos de oro — con un valor aproximado de 3.500 dólares de ser puro — en 40 horas de trabajo. Con frecuencia los mineros se turnan para trabajar 24 horas al día.

Los ambientalistas están alarmados por el hecho de que los garimpeiros usan mercurio para separar el oro del sedimento que succionan del lecho del río y el proceso despide vapores tóxicos, además de que parte se derrama al río.

Una vez en el torrente, cae al fondo y entra a la cadena alimenticia, contaminando pescados, camarones, tortugas y otra vida marina hasta 500 kilómetros (unas 300 millas) río abajo, dijo Paulo Basta, investigador del centro científico gubernamental Fiocruz.

Basta indicó que hay fuertes evidencias de contaminación por mercurio vinculada a problemas cognitivos, alteración de los sentidos e hipertensión, y señaló que los mismos mineros corren alto riesgo de exposición.

“Toma el mercurio en sus manos o lo pone dentro de su bolsa. Se filtra, cae en su pierna y se contamina a través de la piel. Pero la forma más grave de contaminación es al inhalar el vapor del mercurio, que entra a los pulmones”, dijo Basta.

Los garimpeiros le dijeron a la AP que no derraman el mercurio, que es caro, al agua, sino que lo intentan recuperar y reutilizar.

Fiscales federales del estado de Amazonas pidieron el miércoles que las autoridades federales y estatales coordinen una respuesta y desmantelen el asentamiento ilegal en 30 días.

La policía federal respondió con un breve comunicado diciendo que está enterada de la situación y evalúa las opciones.

Los mineros le dijeron a la AP el viernes que ninguna autoridad los había contactado. Pero ante el temor de un operativo, se fueron de Autazes y continuaron su recorrido por el río. Las barcazas, empujadas por lanchas de motor, se encaminaron en diferentes direcciones.

Aunque la prensa local reporta tensiones entre los garimpeiros y los residentes de Autazes, los periodistas en el lugar vieron cómo muchos locales aprovecharon la llegada de cientos de visitantes para venderles comida, aparatos electrónicos, diésel, ropa e incluso perfume.

La minería en general se ha convertido en un tema delicado, sobre todo desde que el presidente Jair Bolsonaro asumió el puesto en enero de 2019 y se comprometió a expandir el desarrollo en la región de la Amazonía y legalizar algunos tipos de operaciones mineras actualmente prohibidos.

Es uno de diversos factores que provocan la deforestación, la cual empezó a incrementarse en 2014 y se ha acelerado bajo la presidencia de Bolsonaro, cuyo padre alguna vez trabajó como garimpeiro.

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Diane Jeantet reportó desde Río de Janeiro

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