Brote de COVID-19 golpea sur de India y provoca cuarentenas
Dos estados del sur de India declaran cuarentenas mientras los casos de coronavirus crecen a una velocidad vertiginosa en todo el país y aumenta la presión para que el gobierno del primer ministro, Narendra Modi, imponga un confinamiento nacional
Dos estados del sur de India declararon cuarentenas el sábado mientras los casos de coronavirus crecen a una velocidad vertiginosa en todo el país y aumenta la presión para que el gobierno del primer ministro, Narendra Modi imponga un confinamiento nacional.
Con más de 300.000 positivos, Bengaluru, la capital de la región de Karnataka, es la ciudad india con más casos activos. Pero los expertos advierten que lo peor está por llegar ya que la tercera mayor ciudad del país se está quedando sin oxígeno médico, con hospitales desbordados y crematorios saturados. En el estado de Tamil Nadu, el anuncio de la cuarentena siguió a un récord diario de más de 26.000 infecciones el viernes.
Los contagios se han desbordado en todo el país desde febrero, en un giro desastroso que se atribuye a variantes más contagiosas del virus así como a la decisión del gobierno de permitir grandes aglomeraciones para festivales religiosos y mítines políticos.
India confirmó el sábado 401.078 nuevos casos y batió su récord diario de decesos con 4.187. Desde el inicio de la pandemia, más de 21,8 millones de personas contrajeron el COVID-19 en el país y cerca de 240.000 fallecieron, aunque los expertos dicen que las cifras oficiales están muy por debajo de las reales.
Un médico en Bengaluru dijo que tuvo que rechazar pacientes mientras su hospital intentaba conseguir más oxígeno médico.
“El problema es que la demanda es tan alta que necesitamos oxígeno constantemente", afirmó Sanjay Gururaj, director médico del Hospital y Centro de Investigación de Shanti. Dos veces al día, la institución manda un camión a las plantas de oxígeno de las afueras de la ciudad para conseguir 12 bombonas gigantes de oxígeno. “Normalmente, esto nos habría durado más de dos semanas. Ahora, dura poco más de un día".
La escasez de oxígeno en el estado hizo que el Tribunal Supremo ordenase el miércoles al gobierno federal que incremente la cantidad diaria de oxígeno médico líquido que suministra a Karnataka. El fallo se produjo luego de la muerte de 24 pacientes de coronavirus en un hospital gubernamental el lunes. No estuvo claro cuántos de ellos fallecieron por falta de oxígeno, pero hay una investigación abierta.
Hasta ahora, Modi ha dejado la responsabilidad de la lucha contra la nueva ola de la pandemia en unos gobiernos estatales mal equipados y fue acusado de estar haciendo muy poco. Su gobierno respondió afirmando que hace todo lo posible en medio de “una crisis única en un siglo”. Por otra parte, muchos expertos médicos, líderes opositores y hasta jueces de la Corte Suprema piden restricciones a nivel nacional alegando que las variadas normas estatales son insuficientes para frenar el aumento de los contagios.
Los expertos advierten que el repunte en Bengaluru está eclipsando rápidamente a otros en ciudades muy golpeadas como la capital, Nueva Delhi y Mumbai. Los casos se han multiplicado por 100 desde febrero, dijo Murad Banaji, un matemático que modeló el crecimiento del COVID-19 en India, citando datos oficiales. El número de positivos en pruebas de detección aumentó en un 30%, lo que indica que la infección está mucho más extendida de lo que sugieren las cifras del gobierno, agregó.
“El desastre se avecinaba a principios de marzo, cuando los casos comenzaron a dispararse", dijo. “Más que una bomba de relojería, en este momento Bangalore está en el medio de una explosión", apuntó utilizando el antiguo nombre de Bengaluru.
En las últimas semanas, la atención se ha centrado en el norte de India, sobre todo en Nueva Delhi, donde las televisoras mostraron imágenes de pacientes en camillas fuera de los hospitales y de masivas piras funerarias ardiendo durante la noche.
Kerala, que el año pasado fue un ejemplo de cómo atajar la pandemia, inició un confinamiento el sábado. Con más de 40.000 infecciones diarias, el estado está reforzando de forma agresiva sus recursos, incluyendo la conversión de cientos de botellas de oxígeno industrial en médico, señaló el doctor Amar Fetle, el responsable estatal de la lucha contra el virus.