California: Atacante ya había hablado de matar gente a tiros
El empleado que mató a tiros a nueve personas en una base de trenes de California y luego se suicidó cuando la policía intervino, habló de asesinar a gente en el trabajo hace más de una década, dice su exesposa
El empleado que mató a tiros a nueve personas en una base de trenes de California y luego se suicidó cuando la policía intervino, habló de asesinar a gente en el trabajo hace más de una década, dijo su exesposa.
“Nunca le creí y nunca sucedió. Hasta ahora”, dijo entre lágrimas Cecilia Nelms a The Associated Press el miércoles después del ataque ocurrido a las 6:30 de la mañana en una instalación de tren ligero de la Autoridad de Transporte del Valle (VTA, por sus siglas en inglés).
La policía indicó que actuó rápidamente.
“Cuando nuestros agentes atravesaron la puerta, él todavía estaba disparando. Cuando nuestro policía lo vio, se quitó la vida”, dijo a los periodistas Laurie Smith, jefa de policía del condado Santa Clara.
El número muertos subió a nueve con el fallecimiento anoche de Alex Ward Fritch, de 49 años, quien estaba hospitalizado en estado crítico.
El tiroteo ocurrió en una instalación de tren ligero en San José que está junto a la comisaría local y cerca de una autopista que va hacia el aeropuerto. Es un centro de control de tránsito que almacena trenes que dan servicio a más de 1 millón de personas en el corazón de Silicon Valley.
El atacante fue identificado como Samuel Cassidy, de 57 años. Los investigadores no han mencionado un posible motivo para el ataque, pero su exesposa dijo que él solía llegar a casa del trabajo resentido y enojado por lo que percibía como asignaciones injustas.
“Le daba mucha vuelta a las cosas”, dijo la mujer. Los dos estuvieron casados durante unos 10 años hasta que se presentó una solicitud de divorcio en 2005 y ella no estuvo en contacto con Cassidy durante unos 13 años, dijo Nelms.
Se trata del 15vo asesinato en masa en Estados Unidos este año, todos ellos tiroteos que han cobrado al menos cuatro vidas cada uno para un total de 86 muertes, según una base de datos compilada por The Associated Press, USA Today y Northeastern University.
En la Casa Blanca, el presidente Joe Biden ordenó colocar las banderas a media asta e instó al Congreso a actuar sobre la legislación para frenar la violencia armada.
“Cada vida que es tomada por una bala traspasa el alma de nuestra nación. Podemos, y debemos, hacer más”, dijo Biden en un comunicado.
El gobernador Gavin Newsom visitó el sitio y dio un mensaje: “Hay un entumecimiento que algunos de nosotros sentimos por esto. Ya hemos visto esto”, dijo. “Esto hace surgir la maldita pregunta de qué diablos está pasando en Estados Unidos”.
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Colaboraron Terry Chea en San José; Janie Har en San Francisco; John Antczak y Stefanie Dazio en Los Ángeles, y Michael Balsamo y Colleen Long en Washington.