California lo confirma: Trump sería la mejor arma demócrata
Victorioso por paliza en el referendo revocatorio de California, Gavin Newsom ofrece una fórmula a los demócratas para las elecciones de mitad de término: Seguir asociando a los republicanos con Donald Trump y la reticencia a tomar medidas contra la pandemia del COVID-19
La victoria del gobernador Gavin Newsom en un referendo revocatorio forzado por los republicanos en un estado abrumadoramente demócrata no sorprendió a nadie. Pero si algo rescatan los demócratas es la forma en que Newsom sorteó este escollo.
Al convertir la votación en un referendo sobre la reticencia de Donald Trump y sus partidarios a tomar medidas preventivas para combatir el coronavirus, Newsom ofreció a sus correligionarios una fórmula a seguir en las elecciones de mitad de término del año que viene. Una buena participación, alentada por la ansiedad, demostró que los demócratas siguen interesados en votar en contra el expresidente, aun cuando Trump no figure en las papeletas.
Los californianos rechazaron “la visión republicana que gira en torno a la insurrección (del 6 de agosto, con la toma del Congreso) y le negación de la pandemia”, expresó el representante Patrick Maloney, presidente del Comité Demócrata de Campañas Legislativas.
Los republicanos afirman que no ven nada preocupante en los resultados de California. Una derrota por paliza en un bastión liberal, sostienen, no es un adelanto de lo que puede suceder en estados reñidos como Florida y Georgia Dicen que tuvieron un candidato malo, Larry Elder, el abanderado republicano en la contienda, que los demócratas pintaron como un clon de Trump en un estado en el que el exmandatario perdió por 30 puntos porcentuales en el 2020.
Las cosas, no obstante, no serán tan fáciles para el presidente Joe Biden y su partido el año que viene, de acuerdo con Ron Nehring, expresidente del Partido Republicano de California, quien criticó fuertemente a Elder y apoyó a uno de sus rivales.
“Gavin Newsome tuvo un rival que no pudo atraer a los votantes indecisos”, señaló. “Primero, Biden no va a estar en las papeletas. Segundo, no tiene un solo rival”.
Biden, por su parte, declaró que la votación de California representó “una notable victoria de la visión que él (Newsom) y yo compartimos de que hay que doblegar la pandemia con firmes requisitos de vacunas, medidas fuertes para reabrir las escuelas de una forma segura y planes sólidos para distribuir medicinas reales —no tratamientos falsos— para ayudar a los que se contagian”.
Habrá nuevas oportunidades de probar esta fórmula. En noviembre los residentes de Virginia elegirán entre el demócrata Terry McAuliffe y el republicano Glenn Youngking. McAuliffe, un exgobernador, dice que Youngking es demasiado extremista para un estado cada vez más diverso, suburbano y demócrata.
En California hay una dinámica demográfica parecida, aunque es de notar que los republicanos ganaron dos bancas en la Cámara de Representantes el año pasado.
“Estamos muy entusiasmados con lo que pasó en California, no porque pensásemos que podíamos perder, sino porque el margen (de la victoria) es más grande que el anticipado e indica que el mensaje republicano no cala en los distritos indecisos”, manifestó Mahoney.
De todos modos, cuesta sacar demasiadas conclusiones de una sola votación en un estado tan liberal que los demócratas ocuparon todos los cargos electivos incluso durante las oleadas republicanas del 2010 y el 2014.
Matt Gorman, exestratega del Comité Nacional Legislativo Republicano, dice que las críticas a los candidatos republicanos y los esfuerzos por asociarlos con Trump van a tener un impacto relativo. Las elecciones de mitad de término “girarán en torno a Biden”, expresó Gorman.
Opinó que “si hay inflación alta, los precios de la gasolina están altos y el COVID sigue aumentando, va a ser mucho más difícil” para los demócratas hablar de Trump y del extremismo republicano en el 2022.
De todos modos, a los propios republicanos les costará no hablar de Trump en algunos estados. Las primarias por bancas en el Senado en Ohio, Georgia y Pensilvania se perfilan como competencias por la base de Trump. Y aspirantes republicanos a bancas en la cámara baja se disputan el apoyo del expresidente. Trump, por su parte, no duda en involucrarse y dejar saber a quiénes respalda.
Los demócratas, a su vez, seguramente usarán eso en contra de los candidatos republicanos en las elecciones generales.
“La triste realidad del partido Republicano moderno es que va a haber muchos Larry Elder en las papeletas del 2022 porque van a ganar las primarias republicanas”, estimó Addisuy Demissie, estratega de la campaña de Newsom. “Cuando la alternativa es extrema, tú representas no solo a tu gente sino también al centro”.