Caluroso recibimiento a medallistas olímpicas en Ecuador

Miles de ecuatorianos se lanzaron el miércoles a las calles para dar una calurosa bienvenida a Neisi Dajomes, quien ganó una medalla de oro en las pesas de los Juegos Olímpicos de Tokio y Tamara Salazar, que obtuvo una plata en ese mismo deporte.

Tras el aterrizaje del vuelo en que venían las dos estrellas olímpicas, el avión pasó por un arco de agua, reservado para grandes ocasiones. Luego, Dajomes y Salazar emergieron alternadamente de la ventanilla de los pilotos saludando efusivamente y portando en sus manos una bandera ecuatoriana.

“Estoy muy feliz, muy contenta, nunca pensé que una medalla olímpica iba a ser de este tamaño, no tengo palabras más que de agradecimiento y de alegría. ¡Arriba Ecuador, que sí se pudo!”, dijo Dajomes en sus primeras declaraciones al canal estatal TvEcuador.

En la sala VIP del aeropuerto esperaban el marchista Jefferson Pérez, quien hasta antes de estos Juegos era el único medallista olímpico que tenía Ecuador, así familiares y amigos cercanos de las nuevas heroínas deportivas, portando en su mayoría grandes ramos de flores. Enseguida ambas pasaron por un hotel cercano, donde tomaron un corto descanso y se cambiaron de ropa.

En el techo de un autobús, pintado con con los rostros de ambas y otros deportistas de actuación destacada en Tokio, las pesistas saludaron a miles de ciudadanos apostados en los costados de la vía, quienes les mostraban carteles con leyendas como “Gracias campeonas”, “Chicas de oro”, entre otras, al tiempo que lanzaban gritos de “sí se pudo”.

“Estoy agradecido primero con las chicas que realmente han hecho tanto por el país, es una satisfacción y orgullo lo que sentimos de lo que han hecho ellas, esto es producto de un trabajo de muchos años y sin duda alguna creemos que hay muchísimo más que ellas pueden dar y esperamos que las cosas cambien y podamos tener no dos sino más medallas olímpicas en el levantamiento de pesas”, aseveró el entrenador de las pesistas, Walter Llerena.

El recorrido de la caravana del triunfo estuvo custodiado por motociclistas de la policía. Detrás de las medallistas, iban decenas de vehículos particulares.

Dajomes se coronó en la división de los 76 kilos, mientras que Salazar consiguió la plata en los 87.