Cardinals deben reagruparse tras primera derrota
La temporada perfecta de Arizona terminó el jueves por la noche con una derrota 24-21 contra Green Bay
Kyler Murray lanzó el balón, A.J. Green nunca volteó a buscarlo y los Cardinals de Arizona perdieron una oportunidad de oro para ponerse 8-0 por primera vez en la historia de la franquicia. En lugar de ello todo terminó con una desgarradora intercepción.
Tal vez haya sido lo mejor.
La adversidad de una dura derrota llega tarde o temprano para casi todos los equipos en la NFL Los Cardinals casi llegan a noviembre sin ese sentimiento, pero ahora está ahí, después de perder 24-21 frente a los Packers de Green Bay el jueves por la noche.
“Sabíamos que llegaría en algún punto. Luchamos todo el partido. Simplemente nos quedamos cortos. Si hacemos esa última jugada, no estaríamos hablando de esto, pero así son las cosas", dijo Murray.
No hay que equivocarse, Arizona (7-1) todavía luce como un buen equipo y es candidato a ganar la División Oeste de la Conferencia Nacional. Pero los Cardinals también parecían un muy buen equipo el año pasado después de iniciar con récord de 6-3, solamente para desvanecerse en la parte final y terminar con marca de 8-8, fuera de los playoffs por quinta temporada en fila.
Murray confía en que eso no suceda de nuevo.
“Este es un grupo muy maduro. Tenemos a muchos veteranos, a muchos líderes dentro del equipo que no creo que vayan a dejar que nos pase eso, así que confío en que nos repondremos y olvidaremos esta derrota", comentó.
Es cierto que esta versión de los Cardinals tiene bastantes veteranos y más talento que la edición de 2020, pero también es verdad que las lesiones se están resintiendo. J.J. Watt, integrante de la línea defensiva está casi descartado por el resto de la temporada, el receptor estelar, DeAndre Hopkins lidia con un problema en el tendón de la corva y los Cardinals utilizaron contra Green Bay al centro de tercer equipo, Sean Harlow, por lesiones de Rodney Hudson y Max García.
Inclusive Murray salió cojeando al final del partido, aunque dijo que estaba bien.
Gracias a que jugaron el jueves por la noche, los Cardinals tienen ahora días adicionales para descansar. Luego viajarán para enfrentar a San Francisco el 7 de noviembre. El tiempo también les permitiría solucionar problemas como los inicios lentos de partido, castigos costosos y pobre tacleo.
Los Cardinals se despidieron de la perfección, pero todavía pueden ser muy buenos.
“Es un equipo que da pelea, que no se rinde", dijo del linebacker Jordan Hicks. “Esa es la esencia de este equipo”.
QUÉ FUNCIONA
La defensiva de Arizona ha mostrado una gran habilidad para hacer jugadas grandes en cuarta oportunidad. La única razón por la que los Cardinals tuvieron oportunidad de ganar el jueves, fue gracias a que cerraron las puertas de su zona de anotación en el último cuarto. Devon Kennard desvió un pase de Aaron Rodgers en cuarto down, que representó la undécima vez en las pasadas 15 oportunidades que la defensiva resistió en cuarta.
QUÉ FALTA
Los Cardinals han tenido un terrible mal hábito de empezar muy flojos los partidos a lo largo de la temporada. Se han visto en desventaja en los partidos varias veces en la campaña. Incluyendo los partidos contra los Vikings, Jaguars, Rams, Texans y Packers. Han demostrado que tienen el talento necesario para reponerse, pero es un modo de vida muy complicado de mantener.