Chilenos vacunados pueden movilizarse a pesar de cuarentenas
Millones de personas que completaron su proceso de vacunación contra COVID-19 pueden circular libremente en Chile a pesar de vivir en barriadas con cuarentena total o parcial tras la entrada en vigor de un polémico “pase de movilidad” dispuesto por el gobierno del presidente Sebastián Piñera a pesar de fuertes críticas del gremio médico y de expertos en salud pública
Millones de chilenos que completaron su proceso de vacunación pueden circular libremente desde el miércoles aunque vivan en comunas con cuarentena total o parcial luego de la entrada en vigencia de un controversial “pase de movilidad” dispuesto por el gobierno del presidente Sebastián Piñera.
La medida entró en vigor a pesar de la escalada de críticas del gremio médico y de expertos en salud pública que afirman que la liberación de los traslados puede aumentar los contagios debido a la frágil situación epidemiológica del país sudamericano. Las autoridades, por su parte, defendieron la autorización e insistieron en que la mayor movilidad debe ir de la mano con una mayor responsabilidad al usar los pases.
El presidente subrogante del Colegio Médico chileno, Patricio Meza, pidió nuevamente el miércoles posponer la medida porque “la situación en los servicios de urgencia ha empeorado en los últimos días, ha aumentado el porcentaje de personas que consultan gravemente afectadas por el coronavirus, y el número de pacientes incluso hospitalizados en los servicios de urgencia”.
Los contagiados diarios subieron casi en un millar en comparación con la jornada anterior y la positividad subió más de dos puntos.
Los agotados equipos médicos “no entienden cómo no se pospone una medida que puede tener algunos efectos positivos”, como estimular a que más personas se vacunen, pero “los efectos negativos que potencialmente pueda tener la medida empañan claramente los potenciales beneficios”, añadió Meza.
El “pase de movilidad”, que ya pueden usar 7,4 millones de personas que completaron su vacunación, entró en vigencia luego que la última semana registró un promedio de 7.300 contagiados diarios, cuando la ocupación de camas críticas bordea el 95% --con pacientes COVID-19 y con otras patologías-- y la positividad de los exámenes que detectan el virus subió el miércoles a un 12,7% en el país y a un 14% en el gran Santiago, donde viven ocho de los 19 millones de chilenos.
El ministro de Salud, Enrique Paris, dijo la víspera que “no estamos viendo que este aumento vaya a durar tanto como duraron otros aumentos en el pasado”.
El doctor Mauricio Canals, profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, tras un detallado análisis concluyó que “si todo se mantiene exactamente como hasta ahora... podemos ascender a más de 8.000 casos” el 7 de junio próximo. El máximo de infectados diarios durante la pandemia llegó a 9.171 el pasado 9 de abril.
Tras el anuncio del nuevo permiso, anticipado el domingo por Piñera, miles de personas que no se inmunizaron cuando les correspondía por edad están acudiendo en masa a los más de 2.500 centros de vacunación del país. El miércoles empezó la inoculación de los menores de 28 años.
El “pase de movilidad”, que empezó a entregarse el pasado lunes, se obtiene fácilmente en línea y a los mayores de 70 años les bastará mostrar su cédula de identidad y el carné de vacunación para trasladarse en barriadas con confinamiento total o parcial, unas 250 de las 346 comunas chilenas. Además, podrán viajar a cualquier punto del país que esté con cuarentena los sábados y domingos. Hasta el martes debían solicitar un permiso especial para moverse durante un par de horas por su barriada y sólo podían pedir dos autorizaciones por semana. El pase no los exime de respetar los aforos y el toque de queda nacional.
En Chile, cuya meta es vacunar a 15,2 millones de personas hacia fines de junio, un 51% de la población objetivo completó su inmunización y el 64% tiene la primera dosis.
El país sudamericano registra 1,3 millones de contagiados y más de 28.000 muertos.