Colombia suspende erradicación forzada de cultivos de coca
El nuevo director de la policía de Colombia anuncia que el país ha suspendido la erradicación forzada de los plantíos de coca y se concentrará en interceptar los cargamentos de cocaína, además de que se proporcionarán incentivos a los campesinos para adoptar los cultivos legales
Colombia ha suspendido la erradicación forzada de los plantíos de coca y se concentrará en interceptar los cargamentos de cocaína, además de que se proporcionarán incentivos a los campesinos para adoptar los cultivos legales, anunció el nuevo director de la policía nacional el martes.
En una entrevista con el diario El Tiempo de Bogotá, el director de la policía nacional Henry Sanabria dijo que recientemente se suspendieron las operaciones de erradicación dirigidas a los plantíos de coca en zonas remotas.
Sanabria, quien fue nombrado al cargo la semana pasada, dijo que se suspendió la erradicación con el fin de reducir el impacto de las políticas antinarcóticos en las personas que "deben menos en el tráfico de drogas”.
La medida representa un giro radical en la política antidrogas de la nación sudamericana, que ha tenido problemas para frenar el envío de cocaína hacia Estados Unidos. El nuevo presidente de Colombia, el izquierdista Gustavo Petro, dijo que quiere cambiar la manera en que el país combate el narcotráfico.
Anteriormente, los gobiernos de Colombia fijaban objetivos anuales de erradicación de plantíos de coca y desplegaban a miles de policías y soldados para eliminar manualmente los sembradíos de coca. También mataban las plantas de coca arrojando herbicidas desde aeronaves y, más recientemente, desde drones.
La erradicación forzada resultaba ocasionalmente en violentas confrontaciones entre policías y campesinos, quienes argumentaban que la falta de infraestructura en las regiones remotas del país hacía que plantar otras cosechas no fuera económicamente viable. Con el paso de los años, decenas de agentes de policía que participaban en las operaciones de erradicación fueron asesinados por francotiradores o resultaron heridos por minas terrestres.
Los programas de erradicación recibieron apoyo financiero y técnico de Estados Unidos, pero no lograron avances significativos en la lucha contra el tráfico de cocaína.
Según la Oficina de la Casa Blanca para la Coordinación de Políticas Antidrogas, la producción anual de cocaína de Colombia aumentó de 273 toneladas en 2011 a 972 toneladas el año pasado. La agencia estima que, en ese mismo lapso, la cantidad de terreno usado para el cultivo de cocaína se triplicó.
Durante su discurso de investidura hace unas semanas, Petro dijo que la guerra contra las drogas había fracasado y que era momento de que las naciones de todo el mundo encontraran nuevas maneras de lidiar con sustancias como la cocaína.
El martes, el ministro de Justicia Néstor Osuna dijo que la cocaína seguirá siendo ilegal en Colombia, aunque se podrían otorgar ciertos permisos a algunos granjeros que cultiven la hoja de coca para productos medicinales.
Osuna añadió que policías y jueces se enfocarán en desmantelar a las bandas del narcotráfico y a las empresas que les lavan el dinero.