Demostración de fuerza demócrata, advertencias para Biden
Los demócratas desafiaron la ley de gravedad esta semana cuando los votantes dejaron de lado sus inquietudes sobre el presidente Joe Biden para negarles a los republicanos la amplia victoria que esperaban
Los demócratas desafiaron la ley de gravedad esta semana cuando los votantes dejaron de lado sus inquietudes sobre el presidente Joe Biden para negarles a los republicanos la amplia victoria que esperaban. Con ello envalentonaron a una Casa Blanca cuyos instintos políticos han sido cuestionados o rechazados de plano por adversarios e incluso algunos aliados.
Fue una demostración notable de fortaleza frente a las probabilidades históricas y las encuestas sombrías según las cuales los votantes, hartos de la inflación y el aumento de la criminalidad, querrían castigar al partido en el poder. El miércoles continuaban los recuentos, pero ya era evidente que los demócratas habían contenido el avance republicano en la cámara baja y mantenían esperanzas de conservar el control del Senado.
Biden permaneció a la defensiva durante el tramo final de la campaña, evitando los estados reñidos donde su impopularidad podría actuar como lastre para los demócratas. Pero en la noche de la jornada electoral, pasada la medianoche, seguía felicitando a los candidatos que se suponía debían perder.
“Nunca hay que subestimar en qué medida subestiman al equipo Biden”, tuiteó Ron Klain, el jefe de despacho presidencial. Biden previsiblemente hablará en la Casa Blanca y responderá a preguntas de los periodistas en las próximas horas.
Pero cualquiera que sea el grado de éxito de los demócratas, la presidencia de Biden difícilmente podrá evitar una etapa caracterizada por el caos y las magulladuras. Los republicanos esperan ganar la mayoría en la cámara baja, lo cual les permitiría investigar a Biden y su familia. Las prioridades legislativas de Biden quedarían soslayadas y hasta podría resultar difícil financiar el gobierno.
El futuro del Senado seguía en duda mientras continuaba el recuento; la derrota de candidatos oficialistas podría privar a Biden de la capacidad de designar nuevos jueces y funcionarios del gobierno.
Tampoco está claro si los resultados permitirán a Biden postularse a la reelección a pesar de las dudas de algunos seguidores. Una amplia encuesta de AP VoteCast reveló temores profundos sobre su desempeño y su capacidad para seguir en funciones.
Biden está cerca de cumplir 80 años, y el 58% de los encuestados dijeron que no tiene la capacidad mental para seguir cumpliendo eficazmente las funciones del presidente. El 44% lo calificó de honesto y apenas el 34% lo consideró un “líder fuerte”.
Hay otras señales ominosas para su estado político.
Hace dos años, cuando lo eligieron, el 54% declaró que a Biden “le importa la gente como tú”. Entre los votantes de estos comicios, la cifra bajó a 46%.
El 57% de los votantes dijeron que tenían una opinión desfavorable de Biden. Sus tasas de aprobación en cuanto a la economía, la política energética y la seguridad en la frontera eran lamentables. Incluso son negativas las opiniones sobre el manejo de la situación con Rusia, a pesar de que ha mantenido una coalición internacional contra la invasión de Ucrania.
Estas tasas negativas responden a las opiniones abrumadoramente negativas de los republicanos, pero los propios demócratas le han negado un apoyo enfático.
Llama la atención, en el actual ambiente hiperpartidista, que dos de cada 10 votantes demócratas tenían una opinión desfavorable de su desempeño en general.
La encuesta de más de 94.000 votantes fue realizada durante nueve días, hasta el momento del cierre de los comicios, para AP por NORC en la Universidad de Chicago.
Una ventaja clara para Biden, quien basó su campaña en que era mejor que la alternativa, es el desdén que sienten sus partidarios por su predecesor.
Mientras el 50% de los que votaron por los demócratas dijeron que su intención era demostrar apoyo al presidente, una proporción aún mayor, el 65%, dijo que su voto era una expresión de rechazo a Donald Trump.
“Los demócratas sostuvieron desde el inicio que debían presentar esta elección como una opción, no como un referendo”, dijo la analista Amy Walter, del Cook Political Report. “Y esencialmente lo lograron”.
Según Walter, los demócratas conservaron el voto de personas convencidas de que “Biden no está a la altura de sus expectativas, o se sienten decepcionados por su conducción”.
El resultado alivia la presión sobre la Casa Blanca, al menos por ahora.
“La presión se va de ‘cómo explicará Biden la situación’ o ‘qué explicaciones dará Trump’”, dijo Walter. “Las conversaciones más interesantes ahora son entre republicanos”.
Miembros del equipo de Trump dieron a conocer un clip de su reunión con el consejo editorial del New York Times durante las primarias demócratas.
Preguntado si su ventaja en las encuestas era pasajera, Biden dijo que los analistas siempre se apresuraban a “declararme muerto”.
“¿Y saben qué?”, dijo. “No estoy muerto. Y no voy a morir”.
Al Gore, que era vicepresidente cuando los demócratas sufrieron fuertes pérdidas en la primera elección de mitad de mandato de Bill Clinton, dijo que estos resultados contrariaban las expectativas, aunque los republicanos ganaran al menos una de las cámaras.
“Es difícil calificarlo de victoria”, dijo Gore a la AP, “pero en el contexto de la historia, de alguna manera sí lo fue”.