EEUU: Absuelven a expolicía en el caso de Breonna Taylor

Un expolicía de Kentucky fue declarado inocente de los cargos de que puso en peligro a los vecinos la noche en que disparó al apartamento de Breonna Taylor durante una redada antinarcóticos que resultó en la muerte de la mujer.

El panel de ocho hombres y cuatro mujeres dictó su veredicto el jueves, unas tres horas después de tomar el caso de Brett Hankison y tras escuchar los argumentos finales de los abogados de la fiscalía y de la defensa.

Ninguno de los agentes que participaron en la redada fueron acusados de la muerte de Taylor, y Hankison no disparó ninguna de las balas que segaron la vida de la mujer negra de 26 años. Su absolución probablemente cancela la posibilidad de que se les apliquen cargos penales estatales a cualquiera de los policías que participaron en la redada del 13 de marzo de 2020. Una investigación federal en torno a si los agentes violaron sus derechos civiles está en curso.

Tras escuchar el veredicto, la madre de Taylor, Tamika Palmer, y un grupo de amigos y familiares se marcharon rápidamente sin hacer comentarios.

Después de la lectura del fallo, Hankison, de 45 años, no se presentó afuera de la sala, pero su abogado, Stewart Mathews, dijo que tanto él como su cliente estaban “muy contentos".

Cuando se le preguntó qué podría haber influido en el jurado, Mathews respondió: “Pienso que sin duda fue el hecho de que él estaba haciendo su trabajo como agente de policía... El jurado consideró que si sales a cumplir con tu deber y le disparan a tu hermano policía, tienes derecho a defenderte. Tan simple como eso”.

La fiscal general adjunta de Kentucky, Barbara Maines Whaley, dijo que respetaba el veredicto del jurado, pero no hizo más comentarios.

Los fiscales subrayaron en las declaraciones de apertura del juicio que el caso no se refería a la muerte de Taylor ni a las decisiones policiales que condujeron a la redada. A los miembros del jurado se les presentó una sola imagen del cuerpo de la víctima, apenas perceptible al final del pasillo.

Taylor se preparaba para irse a dormir cuando los agentes llegaron a su puerta. Fue baleada varias veces en su vestíbulo y murió en el lugar.

Durante meses, manifestantes abarrotaron las calles en 2020 después de que la oficina del fiscal general de Kentucky, David Cameron, se negara a presentar cargos contra los agentes en relación con su muerte.

El nombre de Taylor, junto con los de George Floyd y Ahmaud Arbery —hombres negros que murieron en encuentros con la policía y con blancos que los perseguían, respectivamente— se convirtieron en gritos emblemáticos durante las protestas en pro de la justicia racial registradas en todo el país.