Elecciones podrían ser decisivas para Moldavia
Moldavia realizará este fin de semana una elección parlamentaria que podría decidir si la ex república soviética profundiza sus reformas prooccidentales o si sigue el impasse político bajo fuerte influencia rusa
Moldavia realizará este fin de semana una elección parlamentaria que podría decidir si la ex república soviética profundiza sus reformas prooccidentales o si sigue el impasse político bajo fuerte influencia rusa.
El pequeño país de 3,5 millones de habitantes — el más pobre de Europa ubicado entre Rumania y Ucrania — en años recientes se ha visto agobiado por sucesivas crisis, en medio de un limbo político entre sectores pro-Occidente y pro-Rusia.
Si bien Moldavia firmó un acuerdo con la Unión Europea en el 2014 para forjar lazos políticos y económicos más estrechos, la corrupción endémica y la falta de reformas concretas han impedido el desarrollo y han suscitado críticas por parte de la UE.
Los analistas estiman que las elecciones del domingo serán decisivas para el país, que se independizó en 1992 pero donde abunda el descontento hacia las políticas postsoviéticas y desde donde cientos de miles de personas han huido en busca de mejores oportunidades en otras tierras.
“Estas elecciones son cruciales para el desarrollo futuro de Moldavia”, expresó a la AP Iulian Groza, director ejecutivo del Instituto de Estudios sobre Políticas y Reformas Europeas.
“Es básicamente una pugna entre los cleptócratas actuales y una nueva élite reformista que está dispuesta a limpiar la corrupción del sistema”, agregó.
Más de tres millones de personas están empadronadas para participar en las elecciones del domingo, donde más de 20 partidos concursan aunque sólo cuatro tienen posibilidades reales de acceder a la legislatura de 101 escaños.
La pugna más reñida será entre el Partido de la Acción y la Solidaridad, que favorece las reformas y una alianza de partido pro-Moscú compuesta por comunistas y socialistas, liderada por dos ex presidentes.
La presidenta actual, Maia Sandu, antes líder del bloque reformista, declaró que “esta es nuestra oportunidad para limpiar a la clase política”.
Ella forzó la elección en abril al disolver el parlamento poco después de que la Corte Suprema anuló el estado de emergencia declarado para combatir la pandemia.