España: tensiones en la derecha estallan en batalla campal
Los meses de tensiones latentes en el principal partido opositor español llegan a un punto crítico con revelaciones de que miembros del Partido Popular tratan de lanzar una presunta campaña de calumnias contra una estrella ascendente en las filas de la organización
Los meses de tensiones latentes en el principal partido opositor español llegaron el viernes a un punto crítico, con revelaciones de que miembros del Partido Popular trataron de lanzar una presunta campaña de calumnias contra una estrella ascendente en las filas de la organización.
Se acusa a miembros del partido de contratar detectives para investigar un contrato de provisión de cubrebocas negociado en el peor momento de la pandemia de coronavirus por un familiar de la presidenta de la región de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Díaz Ayuso, cuyo meteórico ascenso político amenaza con eclipsar al líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha reconocido que su hermano se benefició con el contrato, pero negó haber cometido falta alguna y dijo que la investigación era una vendetta política.
El escándalo se produce cuando el Partido Popular enfrenta el ascenso de un partido de extrema derecha fundado por exmiembros suyos. Vox es ahora la tercera fuerza en el fragmentado Parlamento nacional.
Vox registró un avance significativo la semana pasada en la elección anticipada en la región de Castilla y León, en el noroeste de España. El Partido Popular regional esperaba repetir el éxito de Díaz Ayuso en Madrid el año pasado para formar un gobierno regional propio.
El PP fue primero en Castilla y León, pero sin alcanzar una mayoría de las bancas. El partido está estudiando sus opciones para mantener el poder, incluso pidiendo ayuda a sus rivales históricos, los socialistas de centroizquierda, que encabezan la coalición gobernante nacional. Se podría interpretar la decisión como una señal de debilidad, pero la alternativa de asociarse con Vox envalentonaría a la extrema derecha y el partido sería blanco de críticas tanto en el país como en Europa.
Ayuso y Casado eran amigos que llegaron a la cima a fines de 2018, cuando el partido trató de dar vuelta la página tras una ola de escándalos de corrupción que le derribaron a los conservadores del gobierno nacional.
Sin embargo, su relación se erosionó a medida que Casado trató de combatir la coalición nacional de izquierdistas y centristas y Ayuso surgió como una crítica implacable del presidente Pedro Sánchez por su manejo de la pandemia.