Filipinas rechaza reclamo chino por Mar de China Meridional
Filipinas rechaza el reclamo reiterado de China de que Manila abandone su puesto de avanzada en un banco de arena en el Mar de China Meridional
El secretario de Defensa filipino, Delfin Lorenzana, rechazó el jueves el reclamo reiterado de China de que Manila abandone su puesto de avanzada en un banco de arena en el Mar de China Meridional y dijo que los buques de la guardia costera china deberían abandonar la zona y dejar de bloquear los buques de abastecimiento filipinos.
Las fuerzas filipinas utilizan un buque de guerra encallado, el BRP Sierra Madre, como puesto de avanzada en un banco de arena estratégico que es objeto de una disputa con China.
Lorenzana dijo que el banco se encuentra dentro de la zona económica exclusiva de Filipinas bajo la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, ratificada por China. Dijo que el fallo de 2016 de un tribunal de arbitraje respaldado por la ONU también invalidó los reclamos chinos sobre la transitada vía marítima y los despojó de todo fundamento legal.
Por su parte, la cancillería china pidió el miércoles a Manila que “cumpla su compromiso” de retirar la nave encallada del banco de arena al que los chinos llaman Ren’ai Jiao y los filipinos Ayungin. Los buques guardacostas chinos han permitido que los buques de Manila abastezcan a las fuerzas filipinas en el banco por razones humanitarias, añadió.
Pero Lorenzana dijo a la prensa que desconocía que haya un compromiso del gobierno filipino de retirar el buque, que se encuentra encallado en el banco desde 1999.
“Podemos hacer lo que queramos allá, los intrusos son ellos”, afirmó.
Durante los años que lleva la disputa territorial, los buques guardacostas chinos han rodeado el banco y han intentado cerrar el paso a los buques de abastecimiento filipinos. En el enfrentamiento más reciente, la semana pasada, los buques chinos dispararon cañones hidrantes para impedir el paso de dos buques de abastecimiento tripulados por la Armada filipina, lo que provocó indignación y advertencias de Manila.