Filántropos financian movimientos por igualdad de género
Una iniciativa de las filántropas Melinda French Gates, MacKenzie Scott y la fundación familiar de la multimillonaria Lynn Schusterman otorga 40 millones de dólares a cuatro proyectos que promueven la igualdad de género en tecnología, educación superior, atención de personas y comunidades de minorías
Una iniciativa de las filántropas Melinda French Gates, MacKenzie Scott y la fundación familiar de la multimillonaria Lynn Schusterman otorgó 40 millones de dólares el jueves a cuatro proyectos que promueven la igualdad de género en tecnología, educación superior, atención de personas y comunidades de minorías.
Los proyectos son los ganadores del Equality Can’t Wait Challenge (reto la igualdad no puede esperar), una competencia por fondos lanzada en junio de 2020 con el objetivo de ampliar el poder y la influencia de las mujeres en Estados Unidos Lever for Change (palanca para el cambio), una filial de la Fundación MacArthur que administró la competencia, anunció que los ganadores, escogidos entre más de 500 propuestas de todo el país, recibirán 10 millones de dólares cada uno,
Los ganadores son: Building Women’s Equality through Strengthening the Care Infrastructure, una coalición de organizaciones que trabajan sobre la percepción social de la atención de personas; Changing the Face of Tech, que busca ofrecer a las mujeres mayores oportunidades en el sector tecnológico; Project Accelerate, que ayuda a las jóvenes en sus estudio universitarios, y The Future is Indigenous Womxn, una iniciativa de apoyo a los negocios de mujeres nativas.
Las tres organizaciones filantrópicas ya han contribuido a iniciativas por la igualdad de género en el pasado. Melinda French Gates, cuya empresa incubadora Pivotal Ventures fue la anfitriona de la competencia, se ha comprometido a gastar 1.000 millones de dólares en proyectos similares, dada la baja proporción de mujeres en posiciones de liderazgo. El dinero se entregará a través de Pivotal, que a diferencia de las organizaciones tradicionales de beneficencia, puede invertir en entidades de alto riesgo con fines de lucro y participar en política. No está obligada a revelar información sobre todos los grupos que financia.