FMI insta a luchar de forma decidida contra alza de precios
La directora del FMI insta a los dirigentes políticos a luchar de forma decidida contra el aumento de los precios, incluso si esto significa más dolor en un momento de extraordinaria turbulencia económica
Alertando que la inflación amenaza con convertirse en “un tren desbocado", la directora gerente del Fondo Monetario Internacional instó el jueves a los dirigentes políticos a mantener la lucha contra el aumento de los precios, incluso si esto significa más dolor en un momento de extraordinaria turbulencia económica.
Al hablar con periodistas, la jefa del FMI, Kristaline Georgieva, declaró que la economía mundial “ha sido golpeada por un shock tras otro”: la pandemia de coronavirus, la invasión rusa a Ucrania y el aumento de la tasa de inflación.
Sin embargo, afirmó que controlar el aumento de los precios debería tener prioridad. “Si no restablecemos la estabilidad de precios, socavaremos las perspectivas de crecimiento”, aseguró, antes de agregar: “No podemos permitir que la inflación se convierta en un tren desbocado: sería malo para el crecimiento, malo para las personas y malo especialmente para los pobres”.
La Reserva Federal de Estados Unidos y otros bancos centrales han estado elevando las tasas de interés para tratar de controlar la inflación. El jueves, el gobierno norteamericano informó que la tasa de inflación se aceleró en septiembre, con el costo de la vivienda y otros bienes intensificando la presión sobre los estadounidenses. Los precios al consumidor subieron un 8,2% respecto a septiembre del año pasado.
Georgieva reconoció que los costos de endeudamiento más altos afectarían el crecimiento económico, pero exhortó a las autoridades políticas a moderar su gasto al tratar de aliviar las cargas.
“Cuando la política monetaria pisa el freno”, declaró, “la política fiscal no debe pisar el acelerador”.
Recalcó que los gobiernos, muchos de ellos ya muy endeudados después de luchar contra la pandemia, deberían centrarse en ayudar a los más vulnerables en momentos de escasez de alimentos y de costos extremadamente altos de los energéticos, y no en programas de gasto más amplios.