Gyllenhaal y Fuqua logran “The Guilty” gracias a camioneta
El coronavirus ha obligado a Hollywood adaptarse de incontables maneras para no frenar las producciones en la pandemia
Jake Gyllenhaal iba conduciendo cuando un supervisor de COVID-19 lo llamó y le dijo que parara su auto.
Era noviembre de 2020, cuando los casos en Estados Unidos se habían disparado, y estaba a días de filmar “The Guilty” (“Culpable”), un thriller sobre un detective de la policía de Los Ángeles degradado (interpretado por Gyllenhaal) que recibe una llamada de secuestro mientras trabaja en una central del número de emergencias 911. El objetivo de la producción muy contenida era minimizar las interrupciones por COVID-19. Gyllenhaal es casi el único actor en pantalla. Sólo hay una locación y el rodaje entero duraría 11 días.
“Así que me detuve y dije: ‘Oh, no’. Ya había tenido COVID, así que sabía que podría no ser yo, pero no lo sabía”, dice Gyllenhaal.
Nadie en la producción tenía el virus, pero el director Antoine Fuqua había estado en contacto cercano con alguien que dio positivo. Las pruebas de Fuqua salieron negativas, pero en ese momento las regulaciones requerían que guardara cuarentena.
“Tienes 10 días de cuarentena y 11 días de rodaje, así que básicamente es el tiempo de tu película”, dijo Gyllenhaal. “Sentí que se estaba desmoronando”.
Pero después de que Gyllenhaal, Fuqua y los productores analizaron sus opciones, encontraron una nueva alternativa: Fuqua dirigiría “The Guilty” desde una camioneta estacionada en la misma calle del plató.
“Le dimos vueltas y vueltas y buscamos una camioneta que se usa en fotografía. Me pregunté si había manera de usar la tecnología en nuestro beneficio”, dijo Fuqua. “Literalmente hice todo desde esta camioneta”.
El coronavirus ha obligado a Hollywood a adaptarse de innumerables maneras para mantener las producciones a flote durante la pandemia. Los sets suelen ser hervideros de actividad donde el uso de mascarillas y el distanciamiento social puede ser imposible cuando las cámaras están encendidas. Pero pocas películas han dado un giro como “The Guilty”, un filme hecho con un director que estuvo casi totalmente ausente del plató. El filme se estrena el viernes en cines y el 1 de octubre en Netflix.
Las filmaciones suelen ser un deporte de alto contacto. En su película anterior juntos, el drama de boxeo de 2015 “Southpaw” (“Revancha”), Fuqua, un boxeador, y Gyllenhaal entrenaban intensamente juntos dos veces al día. Peleaban en el ring. En “The Guilty” no se vieron durante todo el rodaje. Hablaban por teléfono o por FaceTime. Veían videos de lo filmado y de cámaras espía colocadas en el set. Fuqua se comunicaba con el equipo a través de un “micrófono de Dios”.
“Había días en los que Jake subía por una escalera y me hablaba del otro lado de una pared”, dijo Fuqua riendo.
“Nunca había hecho una película en la que no tuviera intimidad física con el director, una cercanía en la que se acercan después de una toma y dicen ‘OK escucha’”, dijo Gyllenhaal. “Pensé, todo esto es nuevo”.
Gyllenhaal y su socia de producción, Riva Marker, compraron los derechos de “The Guilty”, una adaptación del thriller danés de Gustav Möller, en el Festival de Cine de Sundance de 2018. Cuando surgió la pandemia y la industria cinematográfica se paralizó, ellos volvieron a ella, con Nic Pizzolatto (“True Detective”) a cargo del guion. En la cinta, el detective de Gyllenhaal busca desesperadamente salvar a una mujer secuestrada al tiempo que reconcilia su propia consciencia de culpa.
“Todos estábamos desesperados por encontrar material que pudiéramos hacer y mantener el negocio andando, incluso a pesar de que tantas cosas colapsaron”, dijo Gyllenhaal. “Somos criaturas adaptables”.
Algunas de las voces que se escuchan al otro lado de las llamadas en “The Guilty” son de viejos amigos de Fuqua y Gyllenhaal, incluido el astro de “Training Day” (“Día de entrenamiento”) Ethan Hawke y al cuñado de Gyllenhaal, Peter Sarsgaard. Ellos y otras personas, como Riley Keough y Paul Dano, grabaron los diálogos en vivo con Gyllenhaal, en llamadas por Zoom desde distintas locaciones.
También hubo tropiezos. Al comienzo la camioneta de Fuqua estaba conectada a su casa, pero todo estaba medio segundo retrasado. Inicialmente Gyllenhaal escuchaba su voz de rebote en el apuntador en su oído. Los Zooms se atoraban.
“Eso es muy raro a la hora de actuar, no es bueno. Esto depende en gran medida del ritmo”, dijo Gyllenhaal.
Pero la producción finalmente encontró el suyo. Y para cuando la cuarentena de Fuqua había terminado, decidió permanecer en la camioneta los últimos dos días. Rodeado de monitores y sonido, estaba encerrado de un modo muy similar al personaje de la película y estaba funcionando.
“Jake dijo: ‘¿Vas a venir?’ Y yo dije: ‘¡Para nada!’, contó Fuqua.
Desde entonces, ambos han regresado a películas de mayor escala a medida que las vacunas han posibilitado que las producciones más grandes sean más fáciles de montar. Gyllenhaal filmó la cinta de acción de Michael Bay “Ambulance”, y Fuqua está haciendo el drama previo a la Guerra Civil “Emancipation” con Will Smith en Luisiana
Pero Fuqua conservó la camioneta. Le hizo algunas modificaciones y se la llevó a Luisiana.
“En Hollywood, somos graciosos. Hay ciertas cosas a las que nos apegamos, como poner tiendas de campaña con sacos de arena”, dijo Fuqua. “Cuando tuve la camioneta dije esto es genial. Puedes conducirla y se convierte en mi tienda de campaña. Yo y Will vamos a ella para ver las escenas”.
Pero las pruebas continúan. Fuqua estaba hablando durante un receso obligado después de que el huracán Ida y las lluvias torrenciales detuvieran esa filmación. Al contemplar los obstáculos bíblicos para la producción, como la pandemia y la inundación, Fuqua suspiró.
“Entre eso y el COVID y todo lo demás... realmente debes amar este trabajo”.
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Jake Coyle está en Twitter como: http://twitter.com/jakecoyleAP