Imanes gigantes acercan sueño de fusión nuclear
Equipos de científicos en dos continentes han alcanzado hitos similares en sus esfuerzos para lograr una fuente de energía que será crucial para la lucha contra el cambio climático: han creado imanes verdaderamente impresionantes
Equipos de científicos en dos continentes han alcanzado hitos similares en sus esfuerzos para lograr una fuente de energía que será crucial para la lucha contra el cambio climático: han creado imanes verdaderamente impresionantes.
El jueves, los científicos del Reactor Termonuclear Experimental (ITER) en el sur de Francia recibieron el primer componente de un imán tan poderoso que según su fabricante estadounidense es capaz de alzar un portaviones.
Con una altura de casi 20 metros (60 pies) y un diámetro de cuatro metros (14 pies) al quedar ensamblado, el imán es un componente crucial en el intento de 35 naciones de dominar la fusión nuclear.
Por su parte, científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) anunciaron que también ellos alcanzaron un hito al poner a prueba con éxito el imán superconductor de alta temperatura más poderoso del mundo que les permitiría aventajar al ITER en la carrera para fabricar un “sol sobre la Tierra”.
A diferencia de los reactores por fisión existentes que producen desechos radiactivos y en ocasiones sufren fusiones catastróficas, los promotores de la nueva tecnología dicen que ofrece una fuente prácticamente ilimitada de energía limpia. Pero para ello es necesario saber aprovecharla, un problema que tratan de resolver desde hace casi un siglo.
En lugar de dividir átomos, la fusión remeda un proceso natural de las estrellas que une dos átomos de hidrógeno para producir uno de helio y con ello una gran cantidad de energía.
La fusión requiere calor y presión en grados inimaginables. Una manera de lograrlo consiste en transformar el hidrógeno en gas con carga eléctrica, llamado plasma, que luego se controla en una cámara al vacío con forma de rosquilla.
Esto se hace con ayuda de poderosos imanes superconductores como el de “solenoide central” que General Atomics empezó a trasportar de San Diego California a Francia hace unos meses.
Los científicos dicen que el ITER está terminado en un 75%. Su intención es encender el reactor a principios de 2026 con el objetivo final de producir más energía que la requerida para calentar el plasma y demostrar que la tecnología de fusión es viable.
Entre los que esperan ganarles la partida está el equipo en Massachusetts, que asegura haber creado un campo magnético el doble del de ITER con un imán 40 veces más pequeño.
Los científicos de MIT y Commonwealth Fusion Systems dicen que su artefacto estaría listo para el uso cotidiano a principios de la próxima década.
“Diseñamos esto para uso comercial”, dijo la vicerrectora de MIT, Maria Zuber, una física destacada. “No lo diseñamos para hacer un experimento científico”.
Aunque no está diseñado para producir electricidad, el ITER serviría de modelo para reactores similares, aunque más sofisticados, si logra su propósito.
Según los promotores del proyecto, aunque éste fracase, los países participantes dominarán destrezas técnicas aplicables a otros campos, desde la física de partículas hasta el diseño de materiales capaces de soportar el calor del sol.