Informe: G.Bretaña esperó demasiado para cerrar por pandemia
Un informe parlamentario del Reino Unido ha llegado a la conclusión de que el gobierno conservador de Gran Bretaña esperó demasiado tiempo para imponer un cierre de actividades al principio de la pandemia de COVID-19
El gobierno británico esperó demasiado tiempo para imponer un cierre de actividades en los primeros días de la pandemia de COVID-19, perdiendo la oportunidad de contener la enfermedad y provocando miles de muertes innecesarias, según concluyó el martes un informe parlamentario.
La mortal demora se debió a que los ministros no cuestionaron las recomendaciones de los asesores científicos, lo que dio lugar a un peligroso nivel de “pensamiento de grupo" que les hizo desdeñar las estrategias más agresivas adoptadas en Asia según el informe conjunto de las comisiones de ciencia y salud de la Cámara de los Comunes.
No fue sino hasta que el Servicio Nacional de Salud británico corrió el riesgo de verse desbordado por el rápido aumento de las infecciones que el gobierno conservador del primer ministro Boris Johnson ordenó finalmente el cierre de actividades.
“Se quiso evitar el cierre por el inmenso daño que supondría para la economía, los servicios de salud y la sociedad”, decía el informe.
“En ausencia de otras estrategias, como el aislamiento riguroso de los contagiados, una operación de pruebas diagnósticas y rastreo de contactos, y controles fronterizos robustos, el cierre total era inevitable y debería haber llegado antes”.
El informe parlamentario se difundió en medio de la frustración por la fecha para una investigación pública formal sobre la respuesta del gobierno al COVID-19, que según Johnson comenzará el próximo año.
Los legisladores dijeron que su investigación estaba diseñada para descubrir por qué a Gran Bretaña le fue “considerablemente peor” que a muchos otros países durante los primeros días de la pandemia, para que el Reino Unido pueda mejorar su respuesta a la amenaza actual del COVID-19 y prepararse para futuras amenazas.
El informe, de 150 páginas, se basa en el testimonio de 50 testigos, entre ellos el exsecretario de Salud, Matt Hancock
Fue aprobado por unanimidad por 22 legisladores de los tres partidos mayoritarios del Parlamento: el Partido Conservador, el Partido Laborista y el Partido Nacional Escocés.
Las comisiones parlamentarias elogiaron que el gobierno se centrara pronto en las vacunas como salida definitiva a la pandemia y su decisión de invertir en el desarrollo de vacunas. Estas decisiones condujeron al exitoso programa de inoculación de Gran Bretaña, que ha logrado que casi el 80% de las personas mayores de 12 años estén ya totalmente vacunadas.
La estrategia del gobierno durante los tres primeros meses de la crisis reflejaba el consejo científico oficial de que la infección generalizada era inevitable dado que la capacidad para hacer pruebas diagnósticas era limitada; que no había posibilidad de tener una vacuna en el corto plazo; y la creencia de que el público no aceptaría un cierre prolongado, decía el informe. En consecuencia, el gobierno se limitó a gestionar la propagación del virus, en lugar de intentar detenerlo por completo.