Jefe de golpe de Sudán promete no postularse en elecciones
El general de mayor rango de Sudán promete que no mantendrá un puesto gubernamental después de las elecciones planeadas para julio de 2023, dos semanas después de haber destituido al gobierno de transición en un golpe de Estado
El general de mayor rango de Sudán prometió que no mantendrá un puesto gubernamental después de las elecciones planeadas para julio de 2023, dos semanas después de haber destituido al gobierno de transición en un golpe de Estado extensamente condenado.
El líder militar, Abdel-Fatá Burhan, ha prometido reiteradamente entregar eventualmente el poder a un gobierno civil electo. Su anuncio de este fin de semana de que no se postulará no impide que otros importantes generales renuncien a sus títulos militares para ser candidatos.
El 25 de octubre, el ejército disolvió el gobierno de transición y detuvo a más de un centenar de funcionarios públicos y líderes políticos, junto con un gran número de manifestantes y activistas. Desde entonces, al menos 13 manifestantes en contra del golpe militar han muerto por el uso excesivo de fuerza por parte de los cuerpos de seguridad del país, según médicos sudaneses y la ONU
El domingo, las fuerzas de seguridad rociaron a los manifestantes con gas lacrimógeno y detuvieron a más de un centenar de personas, la mayoría maestros en contra del golpe, en Jartum, la capital.
En comentarios transmitidos el domingo por televisión satelital por el medio de comunicación Al-Jazeera, Burhan también comentó que las fuerzas de seguridad no eran responsables de las muertes de los manifestantes.
Burhan ha afirmado que el ejército se vio obligado a tomar control debido a los conflictos entre partidos políticos que, según él, podrían provocar una guerra civil. Pero la toma de poder también se llevó a cabo menos de un mes antes de que debiera entregar el liderazgo a un civil.
Sudán ha estado en medio de una frágil transición a la democracia que comenzó después del levantamiento popular que derrocó al autócrata Omar al-Bashir y su gobierno islamista en abril de 2019. Semanas antes del golpe, habían aumentado las tensiones entre líderes militares y civiles por el ritmo de la transición.