Jefe del Frente Polisario sacude la alianza España-Marruecos

La crisis en el enclave español de Ceuta parece tener sus raíces en la atención médica que España dio a Brahim Ghali, jefe del Frente Polisario, lo que provocó la ira de Marruecos

AP Noticias
Jueves, 20 de mayo de 2021 14:23 EDT
ESPAÑA-MARRUECOS-JEFE POLISARIO
ESPAÑA-MARRUECOS-JEFE POLISARIO (AP)

Un paciente misterioso enfermo de COVID-19 llegó en una avioneta privada a un aeropuerto del norte de España. Una ambulancia trasladó al hombre de 71 años de edad por una carretera flanqueada de viñedos hasta un moderno hospital público en la ciudad de Logroño.

El paciente fue ingresado inmediatamente en una unidad de cuidados intensivos. El expediente médico indica que fue el 18 de abril y lo identificó con el nombre inscrito en su pasaporte diplomático argelino: Mohamed Benbatouche.

Sin embargo, en realidad se trataba de Brahim Ghali, jefe del Frente Polisario, un movimiento independentista respaldado por Argelia que representa al pueblo saharaui del Sahara occidental. La presencia de Ghali en España bajo una identidad falsa no pasó desapercibida por el gobierno de Marruecos, el país que se anexó el Sahara occidental hace casi medio siglo.

El gobierno marroquí, que considera a Ghali un terrorista, protestó por la decisión de España de otorgarle asistencia humanitaria a su archienemigo y advirtió que habría “consecuencias”. Éstas parecen haberse producido días atrás, cuando Marruecos relajó sus controles en la frontera con Ceuta, el enclave español en la costa norteafricana.

Ello permitió que miles de migrantes irrumpieran en Ceuta, muchos de ellos niños que nadaron o treparon cercas para conseguir su objetivo.

La crisis humanitaria ha agravado las relaciones entre los dos países. Marruecos retiró a su embajador en Madrid Grupos de derechos humanos critican a España por repeler a la mayoría de los migrantes, lo que es ilegal bajo el derecho internacional.

Y en lo que pareció ser una ratificación de sus reclamos de soberanía sobre Ceuta —que muchos nacionalistas marroquíes consideran, junto con la cercana Melilla, una colonia española— España despachó soldados a la frontera. El presidente de gobierno Pedro Sánchez también visitó brevemente la ciudad, abrumada por la crisis migratoria.

La región del Sahara occidental abarca parte de la costa atlántica de África y es hogar de unas 600.000 personas. Desde que Marruecos se anexó el territorio en 1975 tras la retirada de la autoridad española, la comunidad internacional ha estado dividida en cuanto a su reconocimiento legal. La mayoría de los países apoya unas antiguas gestiones de la ONU por llegar a una solución negociada.

El anuncio hecho por Estados Unidos el año pasado en apoyo a los reclamos de Marruecos —a cambio de la decisión marroquí de normalizar relaciones con Israel— socavó esos esfuerzos y provocó mayor apoyo internacional a la propuesta de Marruecos de darle más autonomía al territorio.

La campaña por un referéndum sobre la autonomía ha sido una de las prioridades de Ghali, quien fue elegido presidente de la autoproclamada República Democrática Árabe Saharaui en 2016. Anteriormente fue ministro de Defensa de esa república y diplomático polisario basado en España (1999-2008) y en Argelia (2008-2015).

En febrero, durante un desfile militar para conmemorar el 45to aniversario del establecimiento de la república saharaui y vestido con uniforme militar, Ghali pronunció un discurso en el que llamó al gobierno del presidente estadounidense Joe Biden a encontrar una solución que permita al pueblo saharaui “disfrutar su derecho inalienable de libertad e independencia”.

En el Hospital San Pedro en Logroño, entretanto, no hay indicio alguno de la presencia del líder del Frente Polisario. Fuentes familiarizadas con su situación dicen que estuvo tres semanas en cuidados intensivos. Un guardia revisa la identidad del personal médico y de los visitantes a la unidad de pacientes de COVID-19. Dentro, Ghali recibe la visita diaria de su médico personal, según un reporte policial visto por The Associated Press.

“Seguro que han elegido este sitio porque estamos a desmano. Aquí nunca pasa nada, no nos sacan nunca en las noticias”, declaró Milagros Capellán, una residente de la zona y de 64 años de edad. Habló mientras salía del hospital tras un examen médico.

“Qué raro se me hace que lo de este señor aquí tenga que ver con todo eso tan desagradable que ha pasado en Ceuta”, añadió.

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Los periodistas de The Associated Press Elaine Ganley y Angela Charlton en París, y Joseph Wilson en Barcelona contribuyeron para este reportaje

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