Lamar Jackson, con inicio de temporada espectacular

Cada vez que los Ravens de Baltimore muestran una nueva carencia o pierden a otro jugador a causa de una lesión, parece que Lamar Jackson comienza a jugar aún mejor.

Jackson ha sido todo lo que han necesitado los Ravens hasta el momento en la temporada. Y ello quedó más claro que nunca el lunes por la noche contra Indianápolis, cuando lanzó para un récord de la franquicia con 442 yardas y cuatro pases de anotación.

Los Ravens se impusieron en tiempo extra 31-25. Finalmente la ofensiva de Baltimore fue contenida a menos de 100 yardas por tierra, y el cuerpo de receptores del equipo perdió a Sammy Watkins con una lesión en el tendón de la corva.

Baltimore necesitó que Jackson jugara como el Más Valioso, y así lo hizo.

“Siempre está creciendo, mejorando", dijo Mark Andrews, el ala cerrada de los Ravens. “En un partido como ése, fue muy eficiente. Lee muy bien el partido y guía a los muchachos y los pone en la posición correcta y pone el balón en el lugar indicado".

Las 442 yardas de Jackson superaron por 118 el mejor registro de su carrera. De hecho, tres de sus mejores cuatro actuaciones en yardas por pase ocurrieron en los pasados tres partidos.

Esta temporada, Jackson marcha en la quinta posición en yardas por pase en la NFL y lleva paso para correr más de 1,000 yardas por tercer año consecutivo.

La temporada pasada, los Ravens fueron los mejores de la liga en ataque terrestre y fueron últimos por pase. Ahora son cuartos por tierra y sextos por pase.

QUÉ FUNCIONA

Lo destacable de los buenos números de Jackson por pase es que no ha tenido ni de lejos la ayuda que se esperaba. Los Ravens seleccionaron a Rashod Bateman en la primera ronda, pero no ha jugado por problemas inguinales. También adquirieron a Watkins, quien salió lesionado el lunes.

QUÉ FALTA

Fue una noche complicada para la secundaria de Baltimore, en particular para el corner Anthony Averett, que fue retado constantemente por los Colts. Tavon Young logró una captura, pero también cometió un foul personal absurdo en los segundos finales del tiempo regular, que dejó a Indianápolis en posición de intentar un gol de campo, que para fortuna de los Ravens fue fallado.