Manejo de sucesión de varias crisis define legado de Merkel
Angela Merkel dejará el poder siendo una de las mandatarias más longevas de la Alemania moderna, una peso pesado de la diplomacia global y con un legado definido por el manejo de una sucesión de crisis que remecieron a una Europa frágil más que por una gran visión para su país
Angela Merkel dejará el poder siendo una de las mandatarias más longevas de la Alemania moderna, una peso pesado de la diplomacia global y con un legado definido por el manejo de una sucesión de varias crisis que remecieron a una Europa frágil más que por una gran visión para su país.
En 16 años al timón de la economía más grande de Europa, Merkel puso fin al servicio militar, orientó al país hacia un futuro sin combustibles nucleares y fósiles, hizo posible la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, sancionó un salario mínimo nacional y beneficios que alientan a los padres a cuidar a sus niños jóvenes, entre otros logros.
Sin embargo, un aliado importante sintetizó recientemente lo que muchos consideran su logro mayor: ser un ancla de estabilidad en tiempos tormentosos. Le dijo a Merkel: “usted protegió bien a nuestro país”.
“Todas las grandes encrucijadas que usted debió navegar... que nunca previmos en los programas electorales, llegaron de la noche a la mañana y usted debió gobernar bien”, dijo el gobernador de Baviera, Markus Soeder.
Merkel pasó su primera prueba en 2008, cuando en medio de la crisis financiera global declaró que los ahorros de los alemanes estaban a salvo. Durante los años siguientes, fue una de las principales figuras en la lucha para salvar el euro de la crisis de deuda que sumergió a varios países miembros, aceptando otorgarles préstamos de rescate, pero a cambio de dolorosos recortes en sus gastos.
En 2015, Merkel fue el rostro de una política de dar la bienvenida a los migrantes que cruzaban los Balcanes al huir de conflictos en Siria y otros países. Dejó entrar a cientos de miles e insistió en que “manejaremos el flujo”, pero encontró resistencia tanto en el interior como en socios europeos.
Y en el ocaso de su carrera —en 2018 anunció que no se presentaría para un quinto mandato— dirigió una política frente al COVID-19 que permitió a Alemania salir mejor parada que varios de sus pares.
En el escenario internacional, Merkel insistió en buscar acuerdos y un enfoque multilateral a los problemas del mundo a lo largo de años turbulentos durante los cuales Estados Unidos se alejó de sus aliados europeos bajo el presidente Donald Trump y Gran Bretaña abandonó la UE.
“Creo que el legado más importante de la señora Merkel es que en una época de crisis mundiales, logró la estabilidad”, dijo Ralph Bollmann, autor de una biografía de Merkel y periodista del diario Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung.
Hubo una “sucesión constante de crisis que eran verdaderas amenazas existenciales y cuestionaban el orden al que estamos acostumbrados y su logro fue llevar a Alemania, Europa y hasta cierto punto el mundo entero a buen puerto, por más que se critiquen los detalles”, dijo Bollmann.
Cualquiera que sea el veredicto final, Merkel puede festejar un fin de mandato singular: está a punto de ser el primer canciller de Alemania que deja el poder en un momento elegido por ella.