Ministro chino del Exterior visita Afganistán de sorpresa
El ministro chino del Exterior hace una visita sorpresa a la capital afgana, donde se reúne con los nuevos gobernantes del país, pese a que la comunidad internacional está molesta porque el Talibán no ha cumplido la promesa de permitir que las mujeres acudan a la escuela más allá del sexto grado
El ministro chino del Exterior hizo una visita sorpresa el jueves a la capital afgana, donde se reunió con los nuevos gobernantes del país, pese a que la comunidad internacional está molesta porque el Talibán no ha cumplido la promesa de permitir que las mujeres acudan a la escuela más allá del sexto grado.
De acuerdo con la agencia oficial de noticias Bakhtar, Wang Yi se reunirá con líderes del Talibán “para discutir varios asuntos, incluyendo la extensión de relaciones políticas y economía”.
El Talibán, que tomó el poder en agosto durante las caóticas últimas semanas del retiro de las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN luego de 20 años de guerra, ha buscado el reconocimiento internacional a fin de abrir la economía afgana, la cual ha estado en caída libre desde su toma de mando.
La visita de Wang ocurre al tiempo que el enviado del presidente ruso Vladimir Putin para Afganistán, Zamir Kabulov, igualmente se encuentra en Kabul. Kabulov se reunió también con el ministro del Exterior designado por el Talibán, Amir Khan Muttaqi, informó el portavoz del Talibán, Qahar Balkhi.
“La reunión se enfocó en el fortalecimiento de las relaciones políticas, económicas, de tránsito y regionales”, tuiteó Balkhi.
Beijing y Moscú se han convertido en piezas claves para la región, dejando atrás a Estados Unidos. Rusia y China, países que han criticado la salida apresurada de las fuerzas militares estadounidenses de Afganistán, han manifestado su preocupación de que sus enemigos puedan encontrar un lugar seguro bajo el gobierno del Talibán.
Si bien ninguno de los dos países ha mostrado una inclinación a reconocer oficialmente el gobierno talibán, tanto Moscú como Beijing han evitado lanzar críticas a los nuevos gobernantes pese a sus normas represivas dirigidas en particular a las mujeres, quienes no tienen derecho a trabajar ni a contar con acceso pleno a la educación.