Muerte de policía aviva dudas sobre el asalto al Capitolio
El agente Brian D. Sicknick resultó herido mientras se enfrentaba físicamente a los manifestantes durante los disturbios del miércoles
Un agente de policía murió a consecuencia de las heridas que sufrió cuando partidarios de Donald Trump asaltaron el Capitolio, una insurrección violenta que está generando serias dudas sobre los últimos días del derrotado presidente de Estados Unidos en la Casa Blanca y sobre la capacidad de la policía del complejo para asegurar la zona.
El agente Brian D. Sicknick resultó herido “mientras se enfrentaba físicamente a los manifestantes" durante los disturbios del miércoles, explicó la policía del Capitolio en un comunicado. Es la quinta víctima mortal del asedio.
Los disturbios que han conmocionado al país y al mundo forzaron la renuncia de tres altos funcionarios de seguridad del Capitolio por no haber podido frenar el asalto. Los incidentes llevaron a los legisladores a exigir una revisión de las operaciones y una sesión informativa del FBI acerca de lo que calificaron de“ataque terrorista”. Y está generando una reflexión más amplia sobre el mandato de Trump y el futuro de una nación dividida.
Trump alentó a los asistentes a un mitín en las inmediaciones de la Casa Blanca antes del miércoles a dirigirse al Capitolio, donde los legisladores debían confirmar la victoria del presidente electo, Joe Biden. La turba superó rápidamente las barreras policiales, rompió vidrios y se paseó por los pasillos del complejo, obligando a los legisladores a esconderse en un lugar seguro.
Una de las participantes, una mujer blanca, murió por un disparo de la policía del Capitolio y hubo docenas de detenidos. Otras tres personas murieron por “emergencias médicas” relacionadas con el asalto.
A pesar de las repetidas denuncias de Trump de fraude electoral, las autoridades electorales y su propio exsecretario de Justicia dijeron que no hubo problemas a una escala que pudiesen haber alterado el resultado de los comicios. Todos los estados han certificado sus resultados como justos y veraces, tanto funcionarios republicanos como demócratas.
El senador republicano de Nebraska Ben Sasse dijo que la noticia del deceso del policía era “desgarradora”.
“Nada de esto debería haber pasado", afirmó Sasse en un comunicado.
Sicknick había regresado a la oficia de su división tras el incidente cuando se desplomó, explicó el comunicado. Fue trasladado a un hospital donde falleció el jueves.
Dos diputados demócratas en la Cámara de Representantes presentes en comités que supervisan los presupuestos de la policía del Capitolio afirmaron que los responsables deben ser retenidos para responder por las muertes “sin sentido”.
“Debemos asegurarnos de que la turba que atacó la Casa del Pueblo y aquellos que la instigaron asumen la responsabilidad", afirmaron Rosa DeLauro, diputada por Connecticut, y Tim Ryan, de Ohio, en un comunicado.
Antes el jueves, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, dijo que cada día que Trump se mantenga en el cargo sería “un espectáculo de terror" para el país. Por su parte, el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, apuntó que el ataque fue “una insurrección contra Estados Unidos, incitada por el presidente” y que éste no debe seguir en la Oficina Oval “ni un día" más.
Pelosi y Schumer pidieron que se invoque la 25ta Enmienda de la Constitución para destituir a Trump antes de que Biden asuma el 20 de enero. Schumer dijo que él y Pelosi intentaron llamar al vicepresidente, Mike Pence, para discutir esta opción pero no pudieron localizarlo.
Al menos un legislador republicano se unió a esta iniciativa. La enmienda permite al vicepresidente y a la mayoría del gabinete declarar a un presidente no apto para el cargo. El vicepresidente se convierte entonces en presidente en funciones.
Si el gobierno no actúa rápido, la Cámara de Representantes podría iniciar un juicio político contra Trump, afirmó Pelosi.
Trump, quien se había negado a reconocer su derrota en las presidenciales de noviembre, lo hizo en un video desde la Casa Blanca el jueves en la noche prometiendo una “transición de poder tranquila”.