Myanmar: El partido de Suu Kyi declara victoria electoral
El partido gobernante en Myanmar, la Liga Nacional por la Democracia, afirma que había ganado escaños suficientes en el Parlamento para conseguir una mayoría absoluta y mantenerse en el poder
El partido gobernante en Myanmar, la Liga Nacional por la Democracia, afirmó el lunes que había ganado escaños suficientes en el Parlamento para conseguir una mayoría absoluta y mantenerse en el poder. El partido hizo su anuncio a pesar de que la Comisión Electoral de la Unión no ha completado aún la publicación de resultados de las elecciones del domingo.
“Ya puedo confirmar que hemos asegurado más de 322 escaños”, dijo Monywa Aung Shin, portavoz del comité de información del partido. La cámara tiene 642 parlamentarios.
“Aspirábamos a conseguir 477 escaños en total. Pero probablemente sería más de eso”, indicó el vocero.
No había datos oficiales fiables sobre participación de votantes y la comisión electoral había dicho antes que podría tardar hasta una semana en publicar resultados definitivos.
La victoria de la NLD era esperada, aunque se había especulado que un deterioro de sus relaciones con partidos de minorías étnicas, con los que cooperó en los comicios anteriores, en 2015, podría afectar al calibre de su victoria.
Buena parte del atractivo del NLD se basa en la popularidad de su líder, Aung San Suu Kyi, que se convirtió en jefa de gobierno tras las elecciones de 015, con el cargo de Consejera del Estado.
La labor de su gobierno ha sido dispar en el mejor de los casos. El crecimiento económico no ha alcanzado las expectativas y no hay final a la vista para las décadas de conflicto armado contra minorías que reclaman más autonomía.
Sin embargo, la jefa de gobierno ha mantenido la popularidad que consiguió durante décadas de lucha por la democracia contra las dictaduras militares que la precedieron.
Fuera de Myanmar, su reputación se hundió tras su incapacidad para defender los derechos humanos de la minoría musulmana rohinya. Sus defensores en el extranjero vieron con estupor cómo Suu Kyi no hacía nada ante la brutal campaña de constrainsurgencia emprendida en 2017 por el ejército de Myanmar, que obligó a unos 740.000 rohinyas a huir al otro lado de la frontera con la vecina Bangladesh
Pero la cuestión no es una prioridad para la mayoría de los votantes debido a los arraigados prejuicios contra los rohinya, a los que muchos consideran inmigrantes irregulares del sur de Asia a pesar de que sus familias llevan generaciones asentadas en Myanmar. Pocos tienen la ciudadanía o derechos civiles, incluido el derecho de voto.
En los últimos meses, Suu Kyi ha hecho apariciones en medios sociales y en emisiones en vivo a través de internet, ofreciendo una imagen de liderazgo firme mientras Myanmar lucha con un repunte en los contagios de coronavirus.
Buena parte de los actos de campaña tradicionales, como mítines masivos, se vieron cancelados por las restricciones para controlar el virus.
Más de 90 países se presentaron a las elecciones, con 37 millones de votantes, incluidas 5 millones de personas que podían hacerlo por primera vez.