Naohisa Takato suma el primer oro para Japón en judo
El judoka Naohisa Takato gana la primera medalla de oro para Japón en sus Juegos Olímpicos al derrotar al taiwanés Yang Yung-wei en la final masculina de 60 kilos
El judoka Naohisa Takato ganó la primera medalla de oro para Japón en sus Juegos Olímpicos al derrotar al taiwanés Yang Yung-wei el sábado en la final masculina de 60 kilos.
Distria Krasniqi, de Kosovo había vencido a la japonesa Funa Tonaki en la pelea por el oro de la división femenina de 48 kilos menos de una hora antes, y Takato se aseguró de que su equipo no sufriese una doble decepción en el primer día de competencia en el querido arte nacional.
Takato ganó sus tres últimos combates punto de oro, el periodo extra de muerte súbita, pero se llevó la final de forma un poco anticlimática luego de que Yang cometió demasiadas faltas.
El éxito del carismático Takato, y la desgarradora derrota de Tonaki en el último minuto, podrían dar un impulso de emoción muy necesario para una nación que sigue teniendo sentimientos encontrados sobre estos Juegos y está desanimada por los escándalos y los reveses por el coronavirus que los rodean.
Takato, de 28 años, se redimió de su decepcionante actuación en Río de Janeiro hace cinco años, cuando se colgó el bronce.
Cumplió una notable carrera hacia la final de Tokio que se disputó en el mítico Nippon Budokan, la arena donde el judo se estrenó como deporte olímpico en 1964.
Takato ganó dos de sus tres últimos combates por faltas en el tiempo extra contra su rival, y estuvo siete minutos en tiempo de oro en una magnífica semifinal antes de deshacerse del kazajo Yeldos Smetov. Takato trasladó ese impulso a la final con Yang y se colgó su segunda presea olímpica.
Tanto Takato, triple campeón del mundo, como Tonaki estaban bajo un intenso escrutinio en Tokio, donde algunos medios locales sugirieron que el rendimiento de todo el equipo olímpico podría subir o bajar en función de los resultados de sus judokas el primer día.
Tras lograr una serie de emocionantes victorias ante rivales más grandes, Tonaki, que mide 1,48 (4 pies 10), rozó el oro. Krasniqi ganó con un lanzamiento a 20 segundos del final, anotando un waza-ari que le dio a Kosovo la segunda medalla olímpica de su historia, un logro que le arrancó las lágrimas instantes después.