Pese a objeciones de Etiopía, ONU examina su conflicto
El principal organismo de derechos humanos de la ONU abre una sesión especial para analizar las violaciones a las garantías individuales en Etiopía, una nación devastada por el conflicto
El principal organismo de derechos humanos de la ONU abrió una sesión especial para analizar las violaciones a las garantías individuales en Etiopía una nación devastada por el conflicto. Muchos países occidentales están tratando de establecer un equipo internacional de expertos para impulsar el escrutinio de la situación a pesar de la falta de apoyo de las naciones africanas.
El gobierno etíope rechazó la propuesta, alegando que tiene “motivaciones políticas”. También condenó lo que calificó de “mentalidad neocolonialista” de los países occidentales que intentaron el viernes elevar la vigilancia hacia los abusos y violaciones de los derechos humanos en el país mediante la creación de un equipo de expertos que monitoree la situación.
La Unión Europea y otros países occidentales han presentado un proyecto de resolución al organismo principal de la ONU dedicado a los derechos humanos para la creación de un equipo de tres personas con mandato de un año para estudiar la situación en Etiopía y presentar un informe.
El Consejo de Derechos Humanos inició una reunión en gran medida virtual ante el pedido de los países de la UE para elevar la atención internacional sobre el conflicto entre las fuerzas del gobierno etíope y combatientes de la región de Tigray, que ha causado decenas de miles de muertes en 13 meses.
La iniciativa occidental revela la frustración de estos países ante una investigación de la comisión etíope de derechos humanos juntamente con la oficina de la ONU que no profundizó lo suficiente en el tema como lo demostró su informe el mes pasado.
“El conflicto ha continuado con combates más allá de las fronteras de Tigray. Nuestra oficina sigue recibiendo informes verosímiles de graves violaciones y abusos de los derechos humanos por todas las partes”, dijo la vicealta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Nada al-Nashif, en la sesión del viernes. “El impacto humanitario del conflicto es cada vez más dramático”.
Casi 10 millones de personas en el norte de Etiopía enfrentan la falta de alimentos y al menos 2 millones han debido huir de sus hogares. Los trabajadores humanitarios tienen escaso acceso y enfrentan hostilidad. El gobierno ha tratado de limitar la información sobre la guerra y detenido algunos periodistas, entre ellos el camarógrafo independiente acreditado de The Associated Press Amir Aman Kiyaro.
Entre 5.000 y 7.000 personas siguen detenidas bajo el estado de emergencia, en su mayoría tigreños, dijo al-Nashif. “Muchos están incomunicados o se encuentran en lugares desconocidos. Esto equivale a la desaparición forzada y es causa de alarma muy grave”.
La Comisión Etíope de Derechos Humanos, creada por el gobierno, reconoció en un comunicado reciente que alentar la investigación conjunta tenía un “valor agregado”, pero dijo que la creación de un nuevo organismo es “repetitivo, contraproducente para los procesos en marcha y causa mayores demoras en la compensación para las víctimas y los sobrevivientes”.
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La periodista de The Associated Press Cara Anna en Nairobi, Kenia contribuyó para este despacho