Plan de Biden destina $1.000 millones para los Grandes Lagos
El presidente estadounidense Joe Biden dice que una infusión de 1.000 millones de dólares del acuerdo de infraestructura bipartidista restaurará los puertos de los Grandes Lagos y los afluentes que han sido contaminados por toxinas industriales
El presidente estadounidense Joe Biden declaró el jueves que una infusión de 1.000 millones de dólares del acuerdo de infraestructura bipartidista restaurará los puertos de los Grandes Lagos y los afluentes que han sido contaminados por toxinas industriales.
El presidente se aventuró cerca de las orillas del lago Erie para hablar en Lorain, Ohio, una pequeña ciudad que alguna vez albergó a un constructor naval, una planta de Ford y una fábrica de la siderúrgica U.S. Steel y ahora se está adaptando a una economía posindustrial.
Biden prometió que la inversión en la limpieza de las vías fluviales tenía tanto que ver con el empleo como con el medio ambiente, citando una nota que la legisladora demócrata Marcy Kaptur —que asistió al evento del jueves— le entregó después de un discurso el año pasado.
“Esa carta era sobre los Grandes Lagos”, dijo el presidente. “(Ellos) respaldan más de 1,3 millones de puestos de trabajo en la industria del turismo, el transporte, el almacenamiento, la agricultura y la pesca”.
El viaje de Biden al noreste de Ohio se produce en un momento político crucial, dado que el senador republicano Rob Portman, socio de Biden en el acuerdo de infraestructura, se jubila. Eso dejará vacante un escaño en el Senado este año que los demócratas esperan reclamar.
Los 1.000 millones de dólares para los Grandes Lagos de la medida bipartidista promulgada en noviembre, combinados con la financiación anual a través de un programa de recuperación en curso, permitirán a las agencias terminar para 2030 el trabajo en 22 sitios designados hace un cuarto de siglo como uno de los más degradados de la región, dijeron funcionarios el jueves.
Los lagos proporcionan agua potable a 40 millones de personas y sustentan la economía en ocho estados del noreste y medio oeste y dos provincias canadienses. Impulsaron un auge industrial en el siglo XX que generó riqueza y puestos de trabajo, pero causó una devastación ecológica.