Policía entra a lugar sagrado en Jerusalén tras choques
La policía israelí, equipada con material antimotines, irrumpe en un delicado lugar sagrado en Jerusalén luego de que jóvenes palestinos arrojan piedras contra la puerta en la que estaban apostados los agentes
La policía israelí, equipada con material antimotines, irrumpió el viernes en un delicado lugar sagrado en Jerusalén luego de que jóvenes palestinos arrojaron piedras contra la puerta en la que estaban apostados los agentes.
La renovada violencia en el lugar, que es considerado sagrado tanto por judíos como por musulmanes, se produjo a pesar de que Israel prohibió temporalmente las visitas de judíos, que los palestinos consideran una provocación.
En la última semana, palestinos y policías israelíes se han enfrentado con regularidad en el sitio, en un momento de gran tensión tras una serie de ataques letales en suelo israelí a los que siguieron allanamientos de detención en la Cisjordania ocupada. Además, desde la Franja de Gaza se han disparado tres proyectiles hacia Israel.
Estos acontecimientos han hecho temer a que se repita la situación del año pasado, cuando las protestas y la violencia en Jerusalén contribuyeron al estallido de una guerra de 11 días en Gaza y de violencia comunitaria en las ciudades árabe-israelíes.
Se espera que decenas de miles de fieles musulmanes acudan a lo largo del día a la mezquita de Al-Aqsa para las principales oraciones de la semana en plena celebración del ramadán, el mes sagrado del islam.
Jóvenes palestinos arrojaron piedras contra los agentes que custodiaban una puerta de entrada al complejo, según dos testigos palestinos que hablaron bajo condición de anonimato por motivos de seguridad. La policía, equipada con trajes antimotines, entró entonces al recinto disparando balas recubiertas de goma y granadas aturdidoras.
La Media Luna Roja palestina dijo que al menos 27 palestinos resultaron heridos, dos de ellos de gravedad. Israel, que está prácticamente paralizado por el final de la Pascua judía, no realizó comentarios de inmediato.
La mezquita de Al-Aqsa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, es el tercer lugar más sagrado del islam. La amplia explanada en la que está construida es el sitio más sagrado del judaísmo, donde se conoce como el Monte del Templo porque albergó dos templos judíos en la antigüedad. La zona está además en el centro del conflicto entre israelíes y palestinos, y los disturbios allí suelen desencadenar violencia en otras partes.
Los palestinos y la vecina Jordania, custodio del lugar, acusan a Israel de violar los acuerdos de larga data al permitir que una cifra cada vez mayor de judíos visiten en lugar con escolta policial.
La prohibición de que los judíos recen en el lugar ha perdido fuerza en los últimos años, avivando el temor de los palestinos a que Israel planee tomar el lugar o dividirlo.
Israel, por su parte, dice estar comprometido con el statu quo y culpa de la violencia a la incitación al grupo insurgente Hamas, que gobierna la Franja de Gaza. Además, sostiene que sus fuerzas de seguridad actúan para sacar a quienes arrojan piedras y garantizar la libertad de culto de judíos y musulmanes.
Las visitas de los grupos de judíos se suspendieron el viernes coincidiendo con los 10 últimos días del ramadán, como ya ocurrió otros años.
Este año, el ramadán coincidió con la Pascua judía y al Semana Santa cristiana, celebraciones que llevaron a miles de personas de las tres religiones a la Ciudad Vieja tras la retirada de la mayoría de las restricciones por la pandemia del coronavirus.
La Ciudad Vieja está en el este de Jerusalén, una zona que Israel capturó junto a Cisjordania y Gaza en la Guerra de los Seis Días de 1967. Más tarde se anexionó Jerusalén oriental en un movimiento que no está reconocido por la comunidad internacional y considera a toda la ciudad como su capital. Los palestinos aspiran a la creación de un estado independiente en los tres territorios, con capital en Jerusalén Este.