Premier japonés culpa a la policía por muerte de Shinzo Abe
El primer ministro japonés Fumio Kishida culpa a una protección policial inadecuada de la muerte del exmandatario Shinzo Abe, quien fue asesinado a tiros la semana pasada cuando ofrecía un discurso de campaña al aire libre
El primer ministro japonés Fumio Kishida culpó el jueves a una protección policial inadecuada de la muerte del exmandatario Shinzo Abe, quien fue asesinado a tiros la semana pasada cuando ofrecía un discurso de campaña al aire libre.
Abe, uno de los políticos más influyentes de Japón, fue asesinado el viernes pasado en Nara, ciudad del oeste de Japón, un atentado que conmocionó a una nación conocida por su bajo índice de criminalidad y su estricto control de armas de fuego. Las fotos y videos del incidente muestran que el hombre armado pudo acercarse a Abe por detrás, mientras que los guardias de seguridad estaban enfocados en el frente.
“Creo que hubo problemas con las medidas de seguridad”, dijo Kishida.
Funcionarios de la Comisión Nacional de Seguridad Pública y la Agencia Nacional de Policía están investigando qué salió mal y recopilarán medidas en respuesta, dijo Kishida. Un equipo de oficiales de la policía nacional llegó el jueves a la jefatura de policía de la prefectura de Nara para la pesquisa.
“Los exhorto a que lleven a cabo una inspección minuciosa y arreglen lo que se necesita arreglar, al tiempo que también estudian ejemplos en otros países”, dijo.
Kishida anunció además planes para llevar a cabo un funeral de Estado para Abe a finales de este año, destacando sus contribuciones en casa y en el impulso de la alianza de seguridad de Japón con Estados Unidos. Las opiniones nacionalistas de Abe impulsaron las políticas conservadoras del partido gobernante.
“Al celebrar un funeral de estado en memoria del ex primer ministro Abe, Japón mostrará su determinación de no ceder ante la violencia y defender firmemente la democracia”, dijo Kishida. “Japón también mostrará al mundo su determinación para mantener su vigor y abrir un camino hacia el futuro”.
Una ceremonia fúnebre más pequeña se llevó a cabo el martes en un templo en Tokio. Una ceremonia de Estado sería solo la segunda para un primer ministro desde la Segunda Guerra Mundial, luego de la del primer ministro Shigeru Yoshida en 1967.