Presidente argentino lamenta ausencias en cumbre en EEUU
En su discurso del día, el presidente argentino Alberto Fernández lamenta la inasistencia de algunos de sus homólogos regionales en la Cumbre de las Américas, que actualmente se lleva a cabo en Los Ángeles, casi al final de una jornada en la que el presidente Joe Biden quiso apelar a la unidad pero los nombres de los ausentes siguieron haciendo eco
Con un lamento por los presidentes ausentes en la Cumbre de las Américas, el mandatario argentino Alberto Fernández puso el dedo en la llaga casi al final de la jornada de este evento regional que no logró evitar las inasistencias de varios representantes del continente.
Estados Unidos excluyó de la cumbre a los líderes de Cuba, Nicaragua y Venezuela y, en respuesta, otros como el mexicano Andrés Manuel López Obrador y el boliviano Luis Arce decidieron no ir en protesta. Algunos más, como el salvadoreño Nayib Bukele y el guatemalteco Alejandro Giammattei, evitaron asistir en respuesta a las tensiones políticas entre sus gobiernos y la administración de Joe Biden.
Aunque Biden trató de calmar las aguas destacando los temas que unifican a la región —como migración, medio ambiente y economía- el discurso que pronunció Fernández el jueves por la noche revivió las fracturas regionales.
El mandatario argentino arrancó lamentando que no estuvieran todos los líderes del continente dado que la Cumbre era un foro idóneo para el debate. Dijo que en la región se convive con respeto a pesar de la diversidad y que incluso cuando tienen miradas distintas, hay preocupaciones semejantes debido a la complejidad del panorama actual.
“Definitivamente hubiésemos querido otra Cumbre de las Américas. El silencio de los ausentes nos interpela”, afirmó Fernández. “Para que esto no vuelva a suceder, quisiera dejar sentado para el futuro que el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer el derecho de admisión sobre los países miembros del continente. El diálogo en la diversidad es el mejor instrumento para promover la democracia, y la lucha contra la desigualdad”.
Tras destacar las penurias económicas que provocó la pandemia y otras problemáticas, como el desempleo y la desigualdad que aqueja a la región, Fernández invitó a replantearse el orden global y aseguró que las sanciones impuestas para condicionar a los gobiernos, en realidad perjudican a los pueblos. Por ello, invitó a Biden a favorecer intereses comunes y recordó la política “dañina” de su predecesor, Donald Trump, quien durante su mandato robusteció las sanciones contra La Habana, entre otros.
“Desde la periferia en la que nos colocan, la América Latina y el Caribe miran con dolor el padecimiento que sobrellevan pueblos hermanos”, dijo Fernández. “Cuba soporta un bloqueo de más de seis décadas impuesto en los años de la Guerra Fría y Venezuela tolera otro mientras que una pandemia que asola a la humanidad arrastra consigo millones de vidas”.
Estados Unidos ha criticado ampliamente las carencias democráticas en ambas naciones y ha impuesto sanciones contra ambas aunque su severidad ha variado con los años y según quién esté en el poder en el país norteamericano.
El mandatario también criticó a la Organización de los Estados Americanos (OEA) y afirmó que esa institución “facilitó un golpe de Estado en Bolivia” en 2019, cuando el entonces presidente Evo Morales renunció al cargo y dejó su país tras un intento de reelección en unos comicios denunciados como fraudulentos por sus opositores. Según Fernández, la OEA también ha sido responsable de un mal manejo del Banco Interamericano de Desarrollo y fue perjudicial para las acciones de acercamiento a Cuba, por lo que propuso una reestructuración del organismo.
En otros temas, Fernández apuntó a las fallas en el financiamiento sostenible, la diversificación productiva, la tecnología para el progreso social y la equidad de género, e insistió en la importancia de encarar el desafío de atender las causas que dificultan la convivencia democrática.
América Latina y el Caribe, expresó el mandatario argentino, saben de la necesidad de la integración como una condición básica para lograr el desarrollo e invitó a pensar en el futuro como una oportunidad de reconstruir el multilateralismo.