Presidente mexicano critica subasta de artefactos en Francia
El presidente de México critica a las casas de subastas francesas por la venta de artefactos prehispánicos
El presidente de México dijo el lunes que las casas de subastas francesas se han propasado con la venta de objetos prehispánicos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que las casas de subastas han llegado incluso a enviar fotografías de reliquias al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para preguntar si son genuinas y poder venderlas por más dinero.
El mandatario dijo que ha emitido órdenes para que el INAH deje de responder a esas solicitudes.
“Tienen el descaro, las organizaciones que se dedican a subastar estas piezas, de pedir información al INAH mediante fotografías para que el INAH les reporte si son auténticas o son falsas”, dijo López Obrador.
También criticó al gobierno francés, que no ha hecho nada para impedir que se subasten este tipo de objetos en años recientes. López Obrador dijo que los franceses deberían ser más como el gobierno italiano, que ha hecho un esfuerzo por identificar y devolver objetos antiguos.
“Es muy lamentable que el gobierno de Francia no haya legislado sobre esto como sí sucede en (el) caso de Italia y debería de suceder en todo el mundo”, dijo López Obrador.
“Lo vamos a estar planteando a nivel internacional. Hemos logrado recuperar muchas piezas, eso también es importante”, dijo el presidente. “Por ejemplo de Italia nos mandaron muchas piezas. De Estados Unidos nos están mandando piezas”.
Agregó que la primera dama, Beatriz Gutiérrez Müller, escribió al canciller francés para pedir que dos próximas ventas de cerca de 50 artefactos mexicanos, incluyendo piezas de arcilla y esculturas de piedra, se detengan.
La casa de subastas Société Baecque et Associés de París subastará objetos de pueblos originarios de todas partes del mundo el 9 de febrero.
El 11, Société Binoche et Giquello subastará varios artefactos prehispánicos de todas partes de Latinoamérica.
López Obrador dijo que muchas de las piezas en esas ventas son falsas y pidió a los posibles compradores “que no actúen como delincuentes”.
El presidente y la primera dama han hecho una campaña para lograr la devolución de objetos de las culturas maya y azteca, entre otros pueblos prehispánicos. El presidente dijo que hasta ahora han sido devueltas a México 6.000 antigüedades.
Pero a pesar de enviar cartas y hacer solicitudes diplomáticas, México ha tenido poco éxito convenciendo a los franceses a que emprendan medidas severas sobre ese lucrativo mercado.
El más reciente incidente ocurrió en noviembre, cuando la sucursal de la casa de subastas Christie’s en París subastó 72 esculturas y figurillas de las culturas maya y olmeca pese al reclamo de México por tratarse de tesoros nacionales de su patrimonio cultural. Quince piezas más no se vendieron.
Una pieza maya esculpida en piedra, conocida como hacha por su forma, se vendió por casi 800.000 dólares (692.000 euros). El catálogo de Christie’s la describía como “tallada y esculpida con un dignatario barbado con su cabeza dramáticamente recargada hacia a atrás y luchando con una sinuosa serpiente mítica de cascabel”.
Previamente México no logró detener varias subastas, incluyendo una de esculturas prehispánicas y otros objetos en Christie’s París el año pasado.
El arqueólogo mexicano Leonardo López Luján, quien ha supervisado excavaciones en el Templo Mayor de la Ciudad de México escribió en su cuenta de Twitter en ese entonces que es un “cuento de nunca acabar”.
“Está bien probado que el viejo y recurrente método de mandar oficios y exhortos no tiene ningún efecto, más que simular que se toman cartas en el asunto”, escribió López Luján. “Problemas complejos se resuelven con estrategias complejas”.
Las casas de subastas de París suelen vender objetos indígenas que ya están en el mercado de arte a pesar de protestas de activistas que señalan que deberían ser devueltas a sus lugares de origen. Christie’s dijo que la escultura maya, por ejemplo, había sido adquirida por un coleccionista europeo desde Estados Unidos alrededor de 1970.
Esa compra habría antecedido a la ley mexicana de 1972 que prohíbe la exportación o venta de objetos de importancia cultural.