Presos en cárcel de Ecuador reciben a disparos a policías
Presos en una cárcel en Guayaquil, Ecuador, en donde días atrás se registró un motín que terminó con 118 muertos, reciben a disparos a los policías
Los presos de una cárcel de Guayaquil en donde días atrás se registró un motín que terminó con 118 muertos, recibieron el sábado a disparos a policías que acudieron al lugar para controlar nuevos brotes de violencia. No se reportaron bajas entre los uniformados ni en los reclusos.
“Durante la intervención de la policía de Ecuador en la cárcel Nro 1 Guayas, fueron recibidos con disparos por los privados de la libertad”, tuiteó la policía. “De inmediato neutralizamos esta acción. Al momento se mantiene el control y el orden en el centro carcelario”, agregó.
También en Twittter, las fuerzas armadas precisaron que “continúan ejecutando operaciones en apoyo a la policía de Ecuador... para restablecer el orden y control, empleando un fuerte contingente militar, vehículos blindados de transporte y elementos de combate ribereños”.
Durante la semana pasada estalló un motín violento en la cárcel 1 de Guayaquil que dejó un saldo de 118 muertos y 79 heridos de gravedad, mientras las redes sociales eran inundadas con videos macabros de asesinatos violentos.
Tras ello, el Sistema de las Naciones Unidas en Ecuador hizo un llamado para que se asegure una investigación “pronta e imparcial” de los sucesos violentos en el recinto penitenciario, así como una “gestión de la crisis conforme a los estándares internacionales de derechos humanos”.
En lo que va del año, Ecuador ha registrado al menos tres episodios más de violencia entre reos, con más de un centenar de fallecidos.
Ecuador registra unos 40.000 detenidos en el sistema penitenciario, de los cuales 8.542 corresponde al centro penitenciario del Litoral. Según datos proporcionados por el director del servicio de atención a privados de libertad, en ese recinto carcelario el hacinamiento es de un 62%, mientras que a nivel nacional es de 55%.
El gobierno del presidente Guillermo Lasso decretó estado de excepción por conmoción interna grave a fin de hacer frente a la desbordada situación de violencia en el sistema penitenciario.