Protestas en Berlín contra las restricciones del coronavirus
La policía alemana emplea cañones de agua para dispersar a los manifestantes en el centro de Berlín que protestaban contra las restricciones para combatir el coronavirus, después de que la multitud ignorase sus peticiones de que acataran las normas sobre el uso de mascarillas y distancia entre personas
La policía alemana empleó el miércoles cañones de agua contra los manifestantes en el centro de Berlín que protestaban contra las restricciones para combatir el coronavirus, después de que la multitud ignorase sus peticiones de que acataran las normas sobre el uso de mascarillas y distancia entre personas.
Mientras se accionaban los cañones de agua, agentes con material antimotines se movían entre la multitud y apartaron a algunos manifestantes. Algunos inconformes respondieron a la intervención policial con bengalas y fuegos artificiales. Helicópteros policiales sobrevolaban la zona.
Las protestas se convocaron mientras comenzaba el debate parlamentario sobre una ley que reforzará la base legal para que el gobierno imponga normas de distanciamiento social, uso obligatorio de mascarillas en espacios públicos y el cierre de comercios para frenar los contagios.
Aunque esas medidas tienen el apoyo de la mayoría en Alemania, una minoría muy activa ha celebrado marchas regulares en todo el país afirmando que las restricciones son inconstitucionales.
Se esperaba que las propuestas fueran aprobadas en las dos cámaras del parlamento antes de ser firmadas por el presidente
Las autoridades habían prohibido varias protestas directamente ante el edificio del parlamento por motivos de seguridad, y se acordonó una zona que incluía el Bundestag y oficinas parlamentarias cercanas, así como la cancillería federal y las oficinas y residencia del presidente.
Los manifestantes se congregaron ante la emblemática Puerta de Brandeburgo, así como en calles y puentes. Como la mayoría de las protestas contra las restricciones por el coronavirus, el acto reunió a personas diversas, de la ultraizquierda a la ultraderecha, así como familias, estudiantes y otros.
“Queremos recuperar nuestras vidas”, decía un cartel cargado por manifestantes. Otro decía: “Vigilen a los bancos, no a los ciudadanos”. Un manifestante ondeaba una bandera con la imagen del presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, y una imagen que aludía a la teoría conspirativa conservadora QAnon, mientras que otro mostraba una imagen del destacado virólogo alemán Christian Drosten vestido de presidiario y con la palabra “culpable”.
Alemania, que fue elogiada por su gestión de su primera oleada de la pandemia, ha sufrido un brusco aumento en los contagios y ahora está en mitad de una segunda cuarentena parcial para tratar de frenar la expansión del virus. En total, el país ha registrado 833.000 casos y más de 13.000 muertes confirmadas por el virus en la pandemia, lo que equivale a una cuarta parte de los fallecidos en Gran Bretaña.