Refugiados ucranianos sienten el dolor de dejar todo atrás
Mientras que refugiados exhaustos salen de Ucrania, muchos lidian con el dolor de dejarlo todo atrás
Caminando los últimos 22 kilómetros (14 millas) hasta la frontera de Ucrania en busca de seguridad, Ludmila Sokol se sintió conmovida por los montones de ropas y otros efectos personales que muchas personas descartaron cuando escapaban antes que ella.
“Deberías ver las cosas abandinadas en el camino”, dijo la maestra de educación física de Zaporizhzhia. “Porque mientras más cosas llevas, peor es”.
Como más de un millón de personas, Sokol lidia con el dolor de dejarlo todo atrás.
Sokol encontró un hogar en París con su antigua maestra de gimnasia, una “segunda madre” a quien ella conoce desde niña. “No sé lo que va a suceder mañana, pero lo único que sé es que todo va a estar bien porque Victoria Andreevna está cerca”.
Su anfitriona ató una bandera ucraniana a una caña de pescar para ondearla en un pequeño gesto de desafío por la invasión rusa a Ucrania.
El número de refugiados que han escapado de Ucrania llegó ya a 1,2 millones, dijo el viernes la Organización Internacional de Migración. Eso podría convertirse en “la mayor crisis de refugiados este siglo”, ha dicho la ONU, pronosticando que hasta 4 millones de personas dejarían el país. La Unión Europea decidió el jueves que las personas que huyen de Ucrania recibirán permisos de residencia y protección temporal.
El flujo es “enorme, enorme”, dijo el jefe de refugiados de la ONU Filipo Grandi en declaraciones a The Associated Press durante una visita a un cruce fronterizo en Moldavia.
Pidió más respaldo internacional a los países anfitriones. “Usted ve detrás de mí 20 kilómetros (12 millas) de automóviles esperando para venir", dijo.
Un refugiado recién llegado a Rumania, Anton Kostyuchyk, se esforzó por contener las lágrimas al describir como lo dejó todo, incluso a sus padres, en Kiev, y durmió en iglesias con su esposa y sus tres hijos durante la travesía.
“Estoy dejando mi hogar, mi país. Yo nací allí y viví allí, y ¿qué pasa ahora?”.
En medio del dolor por las pérdidas abundan los gestos de generosidad. En un campamento de refugiados en Siret, Rumania, voluntarios y trabajadores de emergencia se tomaron una pausa para celebrar una fiesta de cumpleaños para una niña ucraniana de 7 años, con pastel, canciones y globos.
La agencia de la ONU para refugiados dio que medio millón de niños en Ucrania habían escapado de sus casas en la primera semana de la invasión rusa, pero no dijo cuántos salieron del país.