Reporte: Firma israelí espió a 6 activistas palestinos
Los celulares de seis activistas palestinos de derechos humanos estaban infectados de software espía de la compañía israelí al menos desde julio de 2020, según descubrió un investigador de ciberseguridad
Los celulares de seis activistas palestinos de derechos humanos estaban infectados de software espía de la compañía israelí NSO Group, según revelaron el lunes investigadores de seguridad.
La mitad de los activistas pertenecían a grupos que el ministro israelí de Defensa clasificó como implicados en actividades terroristas, una controvertida declaración.
Es el primer caso conocido de activistas palestinos espiados por el software de rango militar Pegasus Se ha documentado su uso contra periodistas, activistas de derechos y disidentes políticos, desde México a Arabia Saudí al menos desde 2015.
Un contagio exitoso de Pegasus proporciona a los intrusos acceso indetectado a todo lo que una persona haga o guarde en su celular, incluidas comunicaciones en tiempo real.
No está claro quién colocó el software en los celulares de los activistas, dijo el investigador que lo detectó en un principio, Mohammed al-Maskati, de la organización sin fines de lucro Frontline Defenders.
Poco después de que se identificaran las dos primeras intrusiones a mediados de octubre, el ministro israelí de Defensa, Benny Gantz designó a seis grupos civiles palestinos como organizaciones terroristas. Frontline Defenders, con sede en Irlanda, y al menos dos de las víctimas dijeron considerar a Israel como principal sospechoso y creen que la designación podría haberse calculado para intentar hacer sombra al descubrimiento de los hackeos, aunque no se han presentado pruebas para sustentar esas afirmaciones.
Israel ha dado pocas pruebas públicas que apoyen la designación de las organizaciones como grupos terroristas, que según los grupos palestinos pretende cortar su financiamiento y silenciar la oposición al control militar israelí sobre territorios palestinos ocupados. Tres de los palestinos espiados trabajan para grupos civiles. Los otros no, y desean mantener el anonimato, según Frontline Defenders.
Los hallazgos forenses, confirmados de forma independiente por investigadores de seguridad de Amnistía Internacional y el Laboratorio Ciudadano de la Universidad de Toronto en un reporte técnico conjunto, se conocen en medio de crecientes condenas a NSO Group por el abuso de su software espía y de críticas a Israel por su laxa supervisión sobre las empresas israelíes de espionaje digital.
El gobierno de Estados Unidos sancionó la semana pasada a NSO Group y un competidor israelí menos conocido, Candiru, y les vetó el acceso a tecnología estadounidense.
Una de las personas hackeadas era Ubai Aboudi, economista de 37 años y ciudadano estadounidense. Dirige el Centro Bisan de Investigación y Desarrollo en Ramala, en la ocupada Cisjordania. El grupo, en el que trabajan siete personas, fue uno de los seis grupos designados como terroristas el 22 de octubre.
Los otros dos palestinos hackeados que aceptaron a dar su nombre eran el investigador Ghassan Halaika, del grupo de derechos Al-Haq, y el abogado Salah Hammouri de Addameer, otra organización de derechos humanos. Los otros tres grupos designados como terroristas por Gantz eran Defensa para Niños Internacional-Palestina, el Sindicato de Comités de Mujeres Palestinas y el Sindicato de Comités de Trabajadores Agrícolas.
Aboudi dijo que había perdido “toda sensación de seguridad” debido a la “deshumanizadora” intrusión en un dispositivo que mantenía a su lado día y noche y donde guardaba fotos de sus tres hijos.
Se mostró especialmente preocupado porque los espías hubieran accedido a sus comunicaciones con diplomáticos extranjeros.
Aboudi acusó a Israel de “adosar la etiqueta de terrorista” a los grupos cuando no pudo convencer a los gobiernos europeos y otros de que les cortaran la asistencia financiera.
Al-Maskati, el investigador que descubrió las infecciones, dijo que había recibido un primer aviso el 16 de octubre de Halaika, que se cree tenía el celular infectado desde julio de 2020. Al-Haq mantiene comunicaciones sensibles con la Corte Penal Internacional, entre otras instituciones, sobre supuestos abusos de derechos humanos.
Se ha producido un aluvión de nuevas revelaciones sobre espionaje a personajes públicos -como periodistas de investigación húngaros, la prometida del periodista saudí asesinado Jamal Kashoggi y una exesposa del mandatario de Dubái- desde que un consorcio de organizaciones periodísticas informó en julio sobre una lista de posibles objetivos de NSO Group. La lista fue entregada por una fuente no identificada a Amnistía Internacional y el grupo periodístico sin fines de lucro Forbbiden Stories, con sede en París. Entre las personas de la lista había un periodista de Associated Press.
De esa lista de 50.000 números de teléfono, periodistas de diversas organizaciones noticiosas pudieron confirmar al menos 47 intrusiones exitosas, según The Washington Post. NSO Group negó haber tenido una lista de esa clase.
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Bajak informó desde Lima, Perú.