Reseña: Imagine Dragons encuentran luz al final del túnel

Si te escondiste debajo de tu cama después de escuchar el último disco de Imagine Dragons, es hora de salir

AP Noticias
Jueves, 30 de junio de 2022 15:49 EDT
RESEÑA-IMAGINE DRAGONS
RESEÑA-IMAGINE DRAGONS (AP)

Si te escondiste debajo de tu cama después de escuchar el último disco de Imagine Dragons, es hora de salir. El segundo volumen de “Mercury” es animado, tiene toques caribeños y también es conmovedor. Es el sonido de una banda que está recuperando su atractivo para las arenas.

En 2021 “Act 1” estaba lleno de cuerdas intrépidas, beats furiosos y grandes sintetizadores con letras en las que el vocalista, compositor y letrista Dan Reynolds dejaba aflorar su corazón roto, la tragedia y su lucha por la sobriedad en un álbum confesional crudo y abrasador. En la portada había un hombre cayendo.

En la portada de “Act 2” (Interscope) aparece un hombre que podría estar saltando, y eso parece englobar muchas de las casi 20 canciones nuevas, que son nostálgicas, confesionales y tienen cierta debilidad, pero hay luz al final del túnel. Por ejemplo, la ecléctica y ligeramente desbocada “I’m Happy”, un título que nunca podría haber aparecido en “Act. 1”, en la que Reynolds canta “Even when I might fall down/I know my luck come back around” (Incluso cuando puedo caer/Sé que mi suerte volverá).

Gran parte del álbum agradece a su pareja, como la amorosa “Symphony” — con una tonadilla aparentemente escrita bajo una palmera — en la que canta: “I’m the chord/ And you’re the melody” (Soy el acorde/Y tú eres la melodía). La banda llega a nuevas alturas con “Sharks”, un himno escalofriante con muchas texturas sobre el egoísmo y con “Bones”, un temazo con matices de reggae, con la magia pegajosa y apta para cantar de Imagine.

No todas las canciones logran triunfar, como se podría sospechar de un álbum tan prolífico. “Crushed”, “Ferris Wheel” y “Take It Easy” dan la impresión de no estar totalmente pulidas, “Tied” y “Continual”, parecen ingenuas, mientras que las baladas arrepentidas “I Wish” y “They Don’t Know You Like I Do” funcionarían mejor como terapia para Reynolds.

Pero hay que poner atención en “Sirens” y en “I Don’t Like Myself”, dos canciones mid-tempo, creadas expertamente que llevan a la banda a direcciones diferentes. Y “Higher Ground”, donde la banda realmente se luce con letras que podrían resumir este segundo volumen completo: “What a life/I live until I die/Won’t fail unless I try/Bleeding, keep on breathing” (Qué vida/Viviré hasta morir/No fracasaré a menos que lo intente/Sangrando, sigue respirando).

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Mark Kennedy está en Twitter como http://twitter.com/KennedyTwits

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