Reza Salazar, de payaso por supervivencia a Broadway

Como parte del elenco de la obra “Clyde’s”, Reza Salazar se presenta ocho funciones por semana en el Hayes Theater de Broadway junto a la galardonada Uzo Aduba

AP Noticias
Miércoles, 22 de diciembre de 2021 13:17 EST
CLYDE’S-REZA SALAZAR
CLYDE’S-REZA SALAZAR (AP)

Como parte del elenco de “Clyde’s”, Reza Salazar se presenta ocho funciones por semana en el Hayes Theater de Broadway junto a la galardonada Uzo Aduba y otros. Es un logro que no da por sentado: el actor peruano comenzó su carrera por necesidad de niño, cuando él y su madre se disfrazaban de payasos para ganarse la vida.

“Lo que hice con mi madre yo creo que hasta ahora fue mi fundación, la esencia de lo que sigo haciendo ahora”, dice el actor. “Siempre llevo el payaso adentro y me ha abierto las puertas hasta Broadway, realmente”.

“Clyde’s”, escrita por la ganadora de dos premios Pulitzer Lynn Nottage y dirigida por Kate Whoriskey, se desarrolla en un una tienda de sándwiches cuya dueña (Aduba) contrata a expresidiarios para darles la oportunidad de reinsertarse a la sociedad. Mientras la dura Clyde trata de mantenerlos bajo su control, obligándolos a apegarse a sus viejas recetas y costumbres, ellos sueñan con crear el sándwich perfecto.

Salazar interpreta a Rafael, uno de estos empleados, junto a Kara Young como su enamorada Letitia, Ron Cephas Jones como Montrellous, una inspiradora figura paterna, y Edmund Donovan como el recién contratado Jason.

Nacido en Lima de padre peruano y madre argentina, Salazar tenía 4 años cuando sus padres se divorciaron y su mamá lo llevó a Cali, Colombia en unas “vacaciones” que duraron tres años y medio. Así empezó una vida inestable y llena de necesidades que los llevó también a Ecuador, Bolivia y Argentina antes de finalmente llegar, una década después, a Estados Unidos

“Eran finales de los 80, principios de los 90”, cuenta el actor, quien como niño dice que la pasó “muy bien” recorriendo con su madre Suramérica “tipo Che Guevara... No viajábamos por avión, viajábamos de pueblo en pueblo en buses. Pero en Colombia nos encontramos en momentos muy difíciles”.

Sin dinero para pagar una niñera, a su madre se le ocurrió disfrazarse ambos de payasos para llamar más la atención en una feria de calle donde trataría de vender adornos artesanales.

“No teníamos ningún show, ningún número ni nada. ¡Y no vendimos nada ese día!”, recuerda Salazar entre risas. “Sí tuvimos una audiencia que nos miraba y se reía... De ahí mi madre tiene la idea de hacer un show y nos llamamos ‘Hany y Bingo’”.

“Es interesante porque yo ya trabajaba de actor sin saber que era actor, porque éramos muy pobres realmente”, agrega. “Viajábamos y rentábamos cuartos. Yo nunca tenía una casa, nunca teníamos televisión. La televisión que podía ver era cuando nos tocaba trabajar en las calles y veíamos por afuera de las tiendas electrónicas un poquito”.

También trabajaba en fiestas infantiles de niños que muchas veces eran de su misma edad.

Al preguntarle si le divertía, Salazar responde que era una forma de estar más cerca de su madre en un momento difícil.

“Era algo que en aquel tiempo no lo analizaba como niño, pero yo creo que me hacía sentir seguro, me hacía sentir protegido, y de alguna forma pues creábamos historias entre ella y yo que hasta ahora tenemos, que solamente ella y yo hemos vivido”.

Su vida dio un giro agradable en Salta, en el norte de Argentina, donde dice que comenzó un nuevo capítulo.

Caminando vieron un letrero afuera del Teatro La Fundación, el más importante de la ciudad, que ofrecía clases de actuación para adultos y niños. En un principio su madre pensó inscribirlo a él porque no podía pagar por ambos, pero no había cupo y terminó estudiando ella, nuevamente llevándolo a él al no tener con quién dejarlo.

“Cuenta Rafael Monte, el director de aquel entonces de ese grupo de teatro, que yo me paraba desde las butacas y hacía todo lo que hacían los demás pero nadie me daba bola, hasta que un día me miraron y me invitaron arriba al escenario con ellos y tomé la clase”.

“Ahí fue que me di cuenta por primera vez que lo que estaba haciendo era algo que tenía respecto, y que no simplemente era algo de la calle o algo donde yo solamente hacía reír a las personas o hacía divertir a la gente, pero que había un instrumento de voz, de movimiento, habían libros, métodos, y que estos actores ahí, en Salta, se lo tomaban muy en serio. Yo no sabía, tenía en aquel entonces 8 años y fue la primera vez que dije ‘guao’”.

A los 14 se mudaron a Carolina del Norte, donde una compañera de la escuela que hablaba español se enteró de que era actor y lo animó a audicionar para la obra de su “high school” (prepatatoria o secundaria) aun cuando cursaba solo el primer año y no hablaba nada de inglés. Ella, que cursaba el último año, ayudpo a traducir.

La directora — con la que aún se mantiene en contacto e incluso fue a verlo recientemente en "Clyde's” — quedó tan impresionada con su capacidad interpretativa que le dio el personaje del rey, cambiándolo para que fuera mudo y Salazar pudiera interpretarlo con lenguaje de señas.

“Al final todo el público aplaudía. ¡Fue una explosión! El periódico local vino a escribir sobre este muchacho que no habla inglés y es el rey de la obra", cuenta entre risas.

Cuando llegó la hora de considerar ir a la universidad, Salazar, quien entonces no tenía documentos para vivir legalmente en Estados Unidos, dijo que su situación no le permitiría solicitar una beca. Siguiendo el consejo de la directora de teatro, a los 18 años se mudó a Nueva York para estudiar actuación en el HB Studio.

Aquí tocó música en el Subway y trabajó haciendo arreglos florales y otros oficios hasta que a los 20 años, ya con sus documentos en regla, consiguió un papel en un episodio de “Law & Order”.

“'La ley y el orden' fue una cosa fuera de este mundo. Me acuerdo que fui a audicionar y me dijeron: 'Muy bien, queremos que regreses esta tarde, ¿pero podés tener más acento? Llamé a mi madre por teléfono y la hice hablar inglés por como una hora antes de regresar”.

Hoy los créditos de Salazar incluyen “Sweat” en Broadway, también de Nottage, así como “Richard II”, “Mobile Unit’s The Tempest”, “Oedipus El Rey” y “My Mañana Comes” en el circuito off-Broadway. Ha aparecido en series de TV como “The Accident Wolf”, “Daredevil” y “The Blacklist” y en las películas “The Imperialists Are Still Alive”, “See Girl Run” y “The Inquisition of Camilo Sanz”.

En “Clyde's” planea estar hasta el cierre de la obra el 16 de enero, a menos que la pandemia obligue a bajar el telón más temprano. La producción no ha cancelado aún ninguna función y ha podido mantener su calendario, que puede verse en https://2st.com/shows/clydes#calendar.

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Sigal Ratner-Arias está en Twitter como https://twitter.com/sigalratner.

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