Rusia aprueba revisión de estrategia de seguridad nacional
El presidente ruso Vladimir Putin aprueba una revisión de la estrategia de seguridad nacional del país que prevé “medidas simétricas y asimétricas” en respuesta a lo que llama “acciones hostiles” de Estados extranjeros “que amenacen la soberanía y la integridad territorial” de Rusia
El presidente ruso Vladimir Putin aprobó una revisión de la estrategia de seguridad nacional del país que prevé “medidas simétricas y asimétricas” en respuesta a lo que llamó “acciones hostiles” de Estados extranjeros "que amenacen la soberanía y la integridad territorial” de Rusia.
Putin firmó el viernes un decreto que aprueba la estrategia, de acuerdo con el portal del Kremlin
El documento de 44 páginas fue publicado el sábado en un portal del gobierno y delinea los intereses y prioridades nacionales de Rusia. Indicó que “las acciones de algunos países están dirigidas a instigar procesos de desintegración en la Mancomunidad de Estados Independientes para destruir los lazos de Rusia son sus aliados tradicionales” y afirmó que “numerosos Estados llaman a Rusia una amenaza a incluso un adversario militar”.
El documento agregó que Rusia está comprometida con el uso de medios políticos y diplomáticos para resolver los conflictos internacionales y nacionales. Al mismo tiempo, sostiene, Moscú “considera legítimo tomar medidas simétricas y asimétricas” para frustrar y prevenir “acciones hostiles” de Estados extranjeros que “amenacen la soberanía y la integridad territorial de la Federación Rusa”.
Las relaciones de Rusia con Estados Unidos y sus aliados han estado en sus niveles más bajos desde el fin de la Guerra Fría debido a la anexión rusa de la Península de Crimea ucraniana, acusaciones de interferencia rusa en las elecciones estadounidenses, hackeos y otros asuntos.
Esta semana, Putin describió como “provocación” un incidente del 23 de junio en el Mar Negro en que, de acuerdo con Rusia, sus buques militares dispararon cañonazos de advertencia y un avión de guerra arrojó bombas delante del navío británico HMS Defender para obligarle a salir de un área cerca de Crimea que Moscú reclama como sus aguas territoriales.