Rusia y Ucrania combaten en zona restringida de Chernóbil
Fue uno de los hechos más preocupantes en un día ya de por sí impactante, mientras Rusia invadía Ucrania: Combates en la planta nuclear de Chernóbil, donde aún se filtra radioactividad más de 35 años después del peor desastre de la historia en una planta atómica
Fue uno de los hechos más preocupantes en un día ya de por sí impactante, mientras Rusia invadía el jueves Ucrania: Combates en la planta nuclear de Chernóbil, donde aún se filtra radioactividad más de 35 años después del peor desastre de la historia en una planta atómica.
Las fuerzas rusas tomaron control del lugar tras una intensa batalla con elementos de la guardia nacional de Ucrania que protegían las instalaciones en desuso, informó el asesor de la presidencia ucraniana, Mykhailo Podolyak, a The Associated Press. Se desconoce el estado de las instalaciones de la planta, de una estructura para contener la radiación y de un depósito de desechos nucleares, añadió.
Un funcionario al tanto de las evaluaciones actuales dijo que proyectiles rusos alcanzaron un depósito de desechos radioactivos en Chernóbil y se reportó un incremento en los niveles de radiación. De momento no se pudo corroborar ese aumento.
Un alto funcionario de inteligencia estadounidense señaló que Washington cree que las fuerzas rusas en Chernóbil tenían como objetivo avanzar rumbo a Kiev, ubicada unos 130 kilómetros (80 millas) al sur de la planta, para intentar conectarse con otras tropas rusas en el país. Los funcionarios hablaron a condición de guardar el anonimato por no estar autorizados a tocar el tema debido a lo delicado del asunto.
La Zona de Exclusión de Chernóbil, un área boscosa de 2.600 kilómetros cuadrados (1.000 millas cuadradas) que rodea a la planta cerrada, se ubica entre la frontera de Ucrania con Bielorrusia y la capital ucraniana.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy dijo que las tropas de su país lucharon para defenderla, “de forma que no se repita la tragedia de 1986”. Dijo que se trata de una “declaración de guerra contra toda Europa”.
Podolyak señaló que después de un “ataque absolutamente absurdo... es imposible decir que la planta de energía nuclear de Chernóbil es segura". Advirtió que las autoridades rusas podrían culpar a Ucrania del daño a las instalaciones o lanzar provocaciones desde allí.
El asesor del ministerio del Interior de Ucrania, Anton Herashenko, advirtió que cualquier ataque al depósito de desechos nucleares podría arrojar polvos radioactivos sobre “el territorio de Ucrania, Bielorrusia y países de la Unión Europea”.
Las autoridades rusas, que no han revelado muchos detalles de sus operaciones en Ucrania ni han dado a conocer sus objetivos, no comentaron públicamente sobre la batalla.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) dijo que sigue de cerca la situación en Ucrania “con enorme preocupación” y pidió toda la moderación para evitar cualquier acto que pueda poner en riesgo las instalaciones nucleares ucranianas.
Rafael Mariano Grossi, director general de la OIEA, dijo que Ucrania le informó al organismo con sede en Viena que “fuerzas armadas no identificadas” han tomado el control de todas las instalaciones de la planta y que no se han reportado víctimas ni destrucción del lugar. Grossi indicó que es de “vital importancia que no se afecten o interrumpan de ninguna manera las operaciones seguras de las instalaciones nucleares”.
Edwin Lyman, director de seguridad de energía nuclear en la Union of Concerned Scientists, un organismo sin fines de lucro, declaró en Washington: “No puedo imaginar cómo iría en los intereses de Rusia el permitir cualquier daño a las instalaciones de Chernóbil”.
En una entrevista, Lyman dijo que lo que más le preocupa es el combustible consumido que se almacena en el lugar, el cual ha permanecido inactivo desde 2000. Si se interrumpe el flujo de energía eléctrica a las bombas de enfriamiento o se dañan los tanques de almacenamiento de combustible, los resultados podrían ser catastróficos, advirtió.
El reactor número 4 de la planta de energía explotó y se incendió durante la noche del 26 de abril de 1986, destruyendo el edificio y arrojando material radioactivo por los cielos.
Las autoridades soviéticas agravaron aún más la catástrofe al no informar a la población de lo sucedido, lo que causó indignación entre los gobiernos europeos y el pueblo soviético. Los 2 millones de habitantes de Kiev no fueron informados a pesar del peligro por la radiación liberada, y el mundo se enteró del desastre hasta que se detectaron altos niveles de radiación en Suecia.
El edificio en el que se encontraba el reactor que estalló fue cubierto en 2017 con una enorme estructura de contención a fin de contener la radiación que seguía filtrándose a causa del accidente. Dentro del reactor trabajan robots para desmantelarlo y recolectar los desechos radioactivos.
Se tiene previsto que las labores de desmantelamiento de los reactores concluyan hasta 2064. Ucrania decidió usar la zona deshabitada como el lugar de almacenamiento centralizado del combustible quemado de las otras plantas nucleares del país.
El vicecanciller y ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, dijo a la AP que Rusia no necesita obtener material nuclear de Chernóbil si quisiera usarlo para otros propósitos, ya que cuenta con material suficiente en su país.
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Los periodistas de The Associated Press Nomaan Merchant y Matthew Daly, en Washington; James LaPorta, en Boca Raton, Florida; Angela Charlton, en París; y Frank Jordans, en Berlín, contribuyeron a este despacho.