Sigue la diplomacia en Moscú y Berlín, Rusia hace maniobras
La diplomática británica de mayor rango insta a Rusia a desactivar las tensiones en torno a Ucrania y tomar la senda de la diplomacia, mientras miles de soldados rusos participan en maniobras en Bielorrusia dentro de un despliegue militar cerca de Ucrania que ha avivado el temor occidental a una invasión
La diplomática británica de mayor rango instó el jueves a Rusia a desactivar las tensiones en torno a Ucrania y tomar la senda de la diplomacia, mientras miles de soldados rusos participaban en maniobras en Bielorrusia dentro de un despliegue militar cerca de Ucrania que ha avivado el temor occidental a una invasión.
La secretaria británica de Exteriores, Liz Truss, advirtió a Rusia que atacar a su vecino tendría “enormes consecuencias y conllevaría graves costes” e instó a Moscú a desescalar las tensiones y cumplir los acuerdos internacionales que le obligan a respetar la independencia y soberanía de Ucrania.
Al otro lado de la mesa de negociaciones, el ministro ruso de Exteriores, Sergey Lavrvov, empleó un tono serio y recalcó que Moscú no aceptaría lecciones de Occidente
“Las estrategias ideológicas, los ultimátums y las lecciones morales son un camino a ninguna parte”, dijo Lavrov, señalando que su conversación con Truss era la primera reunión entre los responsables diplomáticos de los dos países en más de cuatro años.
Rusia ha concentrado más de 100.000 tropas cerca de la frontera ucraniana y emprendido una serie de maniobras militares en la región, pero dice no tener planes de invadir a su vecino. Moscú quiere garantías de Occidente de que la OTAN no incluye como miembros a Ucrania y otras naciones exsoviéticas, que la alianza detenga los despliegues de armas en la zona y retire sus fuerzas de Europa del Este. Estados Unidos y la OTAN rechazan de plano esas exigencias.
El despliegue militar ruso incluye tropas en el territorio de su aliada Bielorrusia para maniobras conjuntas, que entraron en su fase decisiva el jueves. La capital ucraniana se encuentra apenas 47 millas (75 millas) al sur de la frontera con Bielorrusia, y Occidente temía que Rusia pudiera utilizar territorio bielorruso para invadir Ucrania.
Rusia y Ucrania llevan inmersas en un duro conflicto desde 2014, cuando el presidente ucraniano afín al Kremlin fue depuesto en protestas, Moscú se anexionó Crimea y después respaldó una insurgencia separatista en el este del país. Más de 14.000 personas han muerto en los combates entre los rebeldes con apoyo ruso y las fuerzas ucranianas.
Un acuerdo de paz de 2015 mediado por Francia y Alemania ayudó a frenar los grandes combates, pero las escaramuzas han continuado con frecuencia en la línea de contacto entre los dos bandos y los esfuerzos por negociar una resolución política están estancados. El Kremlin acusa a Kiev de sabotear el acuerdo de paz, mientras que las autoridades ucranianas han dicho en las últimas semanas que aplicar los términos del plan perjudicaría a Ucrania.
Asesores de política exterior de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania, que se reunieron el 26 de enero en París sin lograr progresos visibles, tenían prevista otra ronda de conversaciones en Berlín el jueves para buscar una interpretación común del acuerdo de 2015 y trazar pasos futuros.
Las conversaciones en Berlín formaban parte de los esfuerzos diplomáticos renovados. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se reunió el lunes durante más de cinco horas en Moscú con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, antes de reunirse con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, al día siguiente.
Macron dijo que Putin le había dicho que no iniciaría una escalada, pero también reconoció que tomaría tiempo encontrar una solución diplomática a la mayor crisis de seguridad entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría.
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, tenía previsto visitar Kiev y Moscú el 14 y 15 de febrero. El lunes se reunió con Biden, que prometió que el gasoducto Nord Stream 2 de Rusia a Alemania quedaría bloqueado en caso de invasión. Esa iniciativa contra el gasoducto, que ya está terminado pero no se ha puesto en marcha, causaría daños económicos a Rusia pero también crearía problemas de suministro energético para Alemania.
La OTAN también ha redoblado el despliegue de tropas para reforzar el flanco oriental de la alianza.
Estados Unidos ha empezado a mover el el segundo regimiento de caballería de Vilseck, Alemania, a Rumanía, que hace frontera con Ucrania. Las autoridades estadounidenses dijeron que enviarían unos 1.000 soldados de la OTAN.
Unos 1.700 soldados estadounidenses de la 82da División Aerotransportada se dirigían a Polonia. En torno a la mitad había llegado ya, y se esperaba que el resto lo hiciera en los próximos días, según dijo el secretario de prensa del Pentágono John Kirby. Gran Bretaña también ha prometido enviar 350 soldados más a Polonia y ya ha enviado armas antitanque a Ucrania.
El primer ministro británico, Boris Johnson, tenía previsto entrevistarse en Bruselas con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, antes de dirigirse a Polonia, donde visitaría a tropas británicas desplegadas en el país. La oficina de Johnson indicó que “destacará a los aliados que no deben hacer concesiones en los principios fundamentales de la OTAN. Esto incluye la inviolabilidad de la soberanía de los países, el derecho de cualquier democracia europea a aspirar a la membresía de la OTAN y la obligación de la OTAN de proteger la seguridad de sus estados miembros”.
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Monika Scislowska contribuyó a este despacho desde Varsovia, Polonia.