Socialistas portugueses logran una gran victoria electoral
El Partido Socialista de Portugal gana por un amplio margen en las elecciones generales, lo que eliminaba los obstáculos que habían frenado los esfuerzos del grupo de centroizquierda para gastar miles de millones de euros de ayudas de la Unión Europea para reanimar la economía tras la pandemia del COVID-19
El Partido Socialista de Portugal ganó por un amplio margen en las elecciones generales del domingo, lo que eliminaba los obstáculos que habían frenado los esfuerzos del grupo de centroizquierda para gastar miles de millones de euros (dólares) de ayudas de la Unión Europea para reanimar la economía tras la pandemia del COVID-19.
Los socialistas recibieron el 41,7% de los votos y 117 escaños en el parlamento de 230 escaños. Esa mayoría les permitirá aprobar legislación sin apoyo de otros partidos durante su legislatura de cuatro años.
El Partido Socialdemócrata, de centroderecha, fue segundo con un 27,8% y 76 escaños, con cuatro puestos aún por asignar el lunes.
Las elecciones anticipadas se convocaron después de que el parlamento rechazara el pasado noviembre el presupuesto estatal para 2022 del primer ministro, António Costa. La propuesta incluía sus planes para empezar a gastar los 45.000 millones de euros (50.000 millones de dólares) de la UE destinados a su economía durante los siete años siguientes.
“Los portugueses han sacado tarjeta roja a cualquier clase de crisis política", dijo Costa en su discurso de celebración, en una alusión a la caída de su gobierno minoritario hace dos meses.
“Los portugueses mostraron que en los próximos años quieren estabilidad, certidumbre y seguridad, con nuestro país en un camino seguro”, dijo ante partidarios con mascarillas, que ondeaban banderas en un hotel en la capital, Lisboa.
La votación se celebró en medio de un auge de los casos de coronavirus atribuido a la variante ómicron. En torno a un millón de votantes infectados recibieron permiso para salir de casa y acudir a votar.
Dos tercios de los fondos de la UE van dirigidos a proyectos públicos como grandes obras de infraestructura, lo que da al gobierno margen para gastar. El otro tercio se entregará a empresas privadas.
Una mayoría parlamentaria allana el camino del gobierno para asignar los fondos, en un país donde la economía ha tenido problemas para ganar inercia desde el cambio de siglo.
Portugal se ha ido quedando atrás respecto al resto de socios de la UE desde 2000, cuando su producto interno bruto real per capita era de 16,230 euros (18.300 dólares), en comparación con la media de la UE de 22.460 euros (25.300 dólares). Para 2020, Portugal había subido a 17.070 euros (19.250 dólares), mientras que la media del bloque subió a 26.380 euros (29.750 dólares).
Los socialistas han prometido aumentar el salario mínimo, que ganan más de 800.000 personas, de 705 euros (800 dólares) a 900 (1.020) para 2026. También quieren “abrir una conversación nacional” sobre una semana laboral de cuatro días en lugar de cinco.
Unos 10,8 millones de votantes -1,5 millones residentes en el extranjero- podían elegir a los parlamentarios de la Asamblea Republicana, donde los partidos políticos deciden después quién forma gobierno.